Pregunta:
le doy 10 puntos al kee me diga todo acerca del edo.de tabasco?
2007-11-12 14:51:43 UTC
no solo de las inundaciones que ha habido, sino tambien sobre su cultura, religion, costumbres, economia,ubicacion geografica, en fin todo acerca de este estado

les agradeceria mucho que ademas incluyeran su fuente de informacion ya sea un libro, revista, internet etc.

de antemano muchas gracias
espero puedan ayudarme con este informe
Cinco respuestas:
katekor
2007-11-12 15:14:15 UTC
Tabasco es un estado de México, situado en el sureste del país; cuenta con 1 989 969 habitantes, distribuidos en 24 578km² de superficie. Su capital es la ciudad de Villahermosa.



El estado se extiende sobre la llanura costera del Golfo de México, con la porción meridional sobre la sierra del norte de Chiapas. Colinda, al Norte, con el Golfo de México y el estado de Campeche, al Sur con el estado de Chiapas, al Este con el estado de Campeche y la República de Guatemala y al Oeste con el estado de Veracruz.



Toponimia: El nombre del estado ha sido objeto de varias interpretaciones diferentes; una de ellas asegura que el nombre se origina del vocablo Tlahuashco, que en lengua náhuatl significa lugar que tiene dueño; lo cual hace alusión a la creencia local en los chaneques, seres sobrenaturales que habitan las selvas y que son considerados los verdaderos poseedores de la tierra.



También se ha dicho que el nombre de Tabasco proviene de una deformación del nombre del cacique indígena Taabs-Coob; quien gobernaba la provincia, tributaria del Imperio Azteca, al momento del desembarco de los españoles en estas tierras. Los españoles también escucharon a los indígenas referirse al río Grijalva por ese nombre.



Otras teorías afirman que la palabra pudo ser originada por los vocablos Tlapalco o Tlapachtli que significan, respectivamente, tierra húmeda y pasto que cuelga de los árboles; lo que hace alusión a características tanto climáticas como ecológicas del estado.



Tabasco recibe el mote de el Edén de México, por la exuberancia de su flora, la variedad de su fauna y su cantidad de bellezas naturales; aunque la sobreexplotación de los recursos y los derrames de petróleo amenazan con acabar esta fama. También se le llama la Holanda mexicana, pues gran parte de su superficie la forman terrenos inundables con poca altitud o por debajo del nivel del mar.





Geografía:

Tabasco tiene una superficie de 24 661km², lo que representa el 1.3% de la superficie nacional, ubicándose la entidad en el 24o. lugar nacional según superficie. La entidad se halla entre los 17°15' y 18°39' de latitud norte, y los 91°00' y 94°17' de longitud oeste, extendiéndose desde los llanos costeros hasta las serranías de Chiapas. Lo atraviesan numerosos ríos, algunos de gran caudal como el Usumacinta y otros más pequeños como el Puyacatengo, también posee numerosos cuerpos de agua estancada. Su clima es tropical, caracterizado por ser caluroso y con abundantes precipitaciones. Debido a lo anterior, Tabasco posee una gran diversidad de ecosistemas y una vasta riqueza natural.





Orografía: La mayor parte del territorio tabasqueño se extiende sobre la provincia fisiográfica mexicana llamada Llanura Costera del Golfo, específicamente, sobre la planicie formada por los sedimentos aluviales depositados por la gran cantidad de ríos que atraviesan el estado para desembocar en el Golfo de México. El 95.57% de la superficie estatal se incluye dentro de esta región, formando la subprovincia de las Llanuras y Pantanos Tabasqueños.



Una pequeña porción, en la parte meridional del estado, se encuentra en la provincia de las Sierras de Chiapas y Guatemala, a la que corresponde un relieve más accidentado, de montañas bajas, no mayores a los 1000 msnm. El 2.91% de la superficie estatal corresponde a la subprovincia de las Sierras del Norte de Chiapas, que se extiende en la parte meridional de los municipios de Huimanguillo, Macuspana, Tacotalpa y Teapa y el 1.52% corresponde a la subprovincia de las Sierras Bajas del Petén, en el municipio de Tenosique.



El desarrollo geológico del territorio tabasqueño está marcado por eventos estratigráficos y estructurales de las eras Mesozoica y Cenozoica, los factores determinantes en el modelado del relieve de la entidad son el tectonismo por plegamiento y dislocación de las rocas, manifestado en las Sierras de Chiapas y Guatemala; y el relleno de cuencas marinas y lacustres, por sedimentación de material terrestre, transportado por las corrientes superficiales, que se manifiesta en la Llanura Costera.



Los suelos de la Llanura Costera del Golfo son, en su mayor parte, de origen aluvial; la mayoría de los suelos son jóvenes. Las características del relieve de esta provincia fisiográfica dan lugar a un proceso de gleyzación, la reducción o ausencia de oxígeno, lo cual ocasiona una coloración gris azulosa o verdosa en el suelo, que corresponde al paso de hierro férrico a hierro ferroso. Los suelos de la provincia de las Sierras de Chiapas y Guatemala son de origen residual, formados in situ, a partir de rocas sedimentarias e ígneas y de suelos aluviales. La mayor parte de los suelos de la subprovincia de las Sierras del Norte de Chiapas son suelos maduros. En la subprovincia de las Sierras Bajas del Petén, el 90% de los suelos de la superficie son recientes y muy someros debido al relieve de la región.





Hidrografía: Tabasco es la entidad de la República que presenta un mayor escurrimiento de agua a lo largo del año; por lo cual, en el estado se extrae menos del 1% del agua disponible al año para consumo humano; la red hidrológica de esta región es la más compleja del país, caracterizándose por entramados sinuosos de corrientes superficiales y una gran densidad de cuerpos de agua.



El río Usumacinta es el más caudaloso del país, ocupando el río Grijalva el segundo lugar a nivel nacional; este sistema incluye innumerables afluentes de mayor o menor importancia, como los ríos Carrizal, Mezcalapa, el sistema San Pedro-San Pablo; así como una gran cantidad de lagunas y albuferas diseminadas por todo el territorio, que se conectan con las corrientes en época de crecida.



Los ríos Mezcalapa (Grijalva) y Usumacinta, considerados como ríos maduros, forman desembocaduras de carácter deltaico, que consisten en la bifurcación de los escurrimientos en varios canales antes de llegar al mar. Esto ha dado lugar a la formación de un gran número de marismas, pantanos y lagunetas de fondos someros, los cuales están interconectados por una cantidad considerable de canales que drenan hacia dichas formaciones o hacia los brazos activos del río Mezcalapa, según la época del año.



El volumen medio anual descargado por el sistema Grijalva-Usumacinta al Golfo de México es de 125 mil millones de metros cúbicos; esta cifra representa el 35% del escurrimiento acuífero del país.



Otro caudal importante es el río Tonalá, que nace en la Sierra Madre de Chiapas, a 1,000 m de altitud y en la mayor parte de su recorrido sirve como límite entre Veracruz y Tabasco. Su dirección es generalmente al noroeste y es navegable en la época de crecidas en gran parte de su extensión, lo mismo que sus afluentes.





Clima: Tabasco se localiza en la zona del trópico, lo que significa que los rayos del sol caen con muy poca inclinación y las estaciones del año sean poco diferenciadas. La temperatura media anual en el estado es de 26.0°C, con una máxima media de 42°C. Y en épocas de abril y mayo llega a los 45°C y 48°C.



Se distinguen tres tipos de clima; el primero es el cálido húmedo con abundantes lluvias en verano (Am), que es el clima dominante en Tabasco. El segundo es el cálido húmedo con lluvias todo el año (Af), que es el clima que presentan las selvas altas de Chiapas, Veracruz y la sierra tabasqueña. El tercer tipo de clima es el cálido subhúmedo con lluvias en verano (Cs), que se concentra en la parte oriente de la entidad, en la zona limítrofe con el estado de Campeche.



En Tabasco llueve durante la mayor parte del año; la estación de lluvias abarca desde el mes de junio al de marzo, extendiéndose la estación seca tan sólo durante abril y mayo. La precipitación media anual alcanza los 2 750.0 mm.Las más grandes inundaciones que se recuerdan fue en 1999 en Diciembre y el 31 de octubre de 2007 con 1.200.000 personas afectadas por las crecidas de el rio Grijalva-Usumacinta y sus afluentes, el 85% del territorio estaba bajo el agua provocado por el frente frio num.4 y 5 provocaron intensas lluvias y al desfogue del complejo hidroelectrico Grijalva en Chiapas llegaban a Tabasco 10.000 metros cubicos de agua de los cuales 5.000 provienen del rio Grijalva-Usumacinta,3.000 de la sierra de Chiapas y 2.000 del complejo hidroelectrico. .[1]



Los mayores vendavales ocurren en los meses de noviembre y diciembre provenientes del norte y del este, principalmente.





Biodiversidad : Se distinguen cinco ecosistemas principales, estrechamente relacionados con los tipos de clima presentes, así como con factores hidrológicos y el relieve. La selva se halla reducida a unas cuantas hectáreas en los municipios de la Sierra y a pequeñas extensiones en el sur y oriente del estado. La sabana cubre hoy extensas áreas del estado, en los municipios de la Chontalpa y los Ríos. Los pantanos se extienden por casi todo el estado, principalmente en la región homónima. El manglar se halla a lo largo de la costa con el Golfo de México y de los sistemas lagunarios importantes. los ecosistemas acuáticos son abundantes y se encuentran en todo el estado.





Jaguar, especie típica de la selva tabasqueñaLa selva alta perennifolia prevalece en las zonas húmedas y altamente lluviosas, presentando una enorme variedad de árboles maderables y de gran altura, como la ceiba, el cedro, la caoba, la palma real, el palo tinto, el castaño, el ramón (brosimum alicastrum). La fauna de la selva es notable por ser abundante; en Tabasco incluye especies como el jaguar, el ocelote, el mono araña, mono aullador, iguana verde, boa constrictor, tucán, guacamaya, faisán; algunos batracios y gran cantidad de insectos y otros invertebrados.



La sabana tropical se presenta en las zonas de clima semihúmedo, en los llanos orientales y en terrenos dedicados a la ganadería; la mayor parte de estas tierras presenta un relieve muy plano, donde se extienden grandes campos cubiertos por herbáceas y gramíneas, con poca vegetación arbórea dispersa, como el macuilí, el guayacán, la ceiba, varias especies de palmeras, la pimienta tabasqueña o gorda, caña de azúcar, bambú, entre otros. Los animales característicos de la sabana incluyen venados, zarigüeyas y zorros.



Las zonas pantanosas se extienden alrededor de los principales cauces y de otros cuerpos de agua permanentes; prolifera la vegetación hidrófita; hay dos tipos principales de pantanos: la popalería, integrada por hierbas altas, como la hoja de tó, juncales altos, cola de gato, jacintos, lirios acuáticos, sargazos, entre otros. La mucalería incluye arbustos como el pucté, el jahuacte, el anonillo y otras especies variadas. La fauna de los pantanos es también muy abundante; predomina la fauna acuática y anfibia, variedades de peces, tortugas, lagartos y cocodrilos, serpientes, aves, mamíferos como manatíes, nutrias y venados; gran cantidad de moluscos de agua dulce e insectos, que conforman, por mucho, el grupo animal más numeroso de los pantanos.



El manglar localiza en las zonas costeras, alrededor de las lagunas y esteros, y en las orillas de los ríos en los lugares cercanos a su desembocadura. Este ecosistema presenta poca diversidad en cuanto a su vegetación pues se desarrolla en lugares con agua salada y sólo subsisten las especies adaptadas a este medio, como el mangle, algas y algunas hierbas resistentes. En cuanto a la fauna, se hallan garzas, pájaro carpintero, gaviotas, pelícanos y otras aves pescadoras. Los peces utilizan las raíces sumergidas del manglar como refugio de los depredadores; también abundan invertebrados como los cangrejos, camarones y los erizos de mar. Existen además numerosas especies de serpientes, ranas e insectos.



Los cuerpos de agua están diseminados por todo el estado; los ríos atraviesan por todo el territorio, especialmente la parte oriental; hay lagunas de agua dulce en el centro y occidente y albuferas en la parte occidental de la costa tabasqueña con el Golfo de México. La flora y fauna de éstas varían dependiendo del tipo de agua: dulce o salada y corriente o estancada; predominan las plantas acuáticas, lirios y algas. La fauna acuática incluye peces, moluscos y otros invertebrados acuáticos, reptiles (tortugas y lagartos) y algunos mamíferos y aves.





Historia Zona Arqueológica de Comalcalco.



Periodo Prehispánico: Hace aproximadamente 3,000 años, surgió la cultura Olmeca, ocupaba el territorio que hoy es el estado de Tabasco. Su florecimiento se produjo hacia el año 800 a.c.; los Olmecas poblaron la zona que comprendió de San Lorenzo y Tres Zapotes, en el sur del estado de Veracruz y la Venta al noroeste del estado de Tabasco, lugar donde se desintegran 300 años más tarde.



El sitio de La Venta, constituye una zona de 5.3 Kms. cuadrados de superficie, rodeada de pantanos y marismas que tienen su origen en el río Tonalá, mismo que actualmente sirve de límite natural entre Tabasco y Veracruz. La Venta se ubica dentro del territorio del municipio de Huimanguillo a 15 kilómetros de la costa del Golfo del México.



Ocho siglos más tarde, surgió otra gran cultura, la maya, asentándose en las ciudades de Comalcalco, Pomoná, el Tortuguero y Jonuta, lugares donde alcanzaron gran esplendor. De los breves asentamientos mayas quedaron restos de construcciones que fueron de adobe; aparte de estos indicios no hay documentos, ni tradiciones orales sobre la vida aborigen en Tabasco.



En el territorio de lo que hoy son los estados de Tabasco y Veracruz, floreció la cultura Olmeca; considerada la "madre" de la civilización mesoamericana. Surgió hacia el 1500 adC, cuando pequeños grupos de agricultores se asentaron en las costas veracruzanas y tabasqueñas del Golfo de México, desarrollaron un calendario y un sistema de numeración, los cuales sentaron la base para el posterior desarrollo del calendario maya; igualmente desarrollaron un estilo artístico que se distingue por la monumentalidad y la representación de personajes religioso-militares con rasgos deformes.



La cultura olmeca alcanzó su apogeo a partir del 1200 adC, teniendo como centro cultural y religioso a la ciudad de La Venta, ubicada en un islote de 5km², rodeado de pantanos, en el municipio tabasqueño de Huimanguillo. En esta ciudad se encuentra la que está considerada como la pirámide más antigua del nuevo mundo, la Pirámide Principal; en La Venta también se encontraron algunas cabezas colosales, características de esta cultura.



Otros sitios importantes de esta cultura se hallan en Veracruz, San Lorenzo y Tres Zapotes son los más relevantes. La decadencia de la cultura Olmeca comenzó hacia el 600A.C, desapareciendo completamente hacia el 100A.C.; sin embargo, legaron a las culturas posteriores, mayas y zoques; la construcción de pirámides, el calendario, la numeración y el cero, la escultura monumental y la talla en piedra, jade y cristal de roca.



Posteriormente a los olmecas, en Tabasco se asentaron también grupos mayas y zoques.



El primer español que descubrió la región que hoy comprende el estado de Tabasco, fue el conquistador Juan de Grijalva, quien el 8 de junio de 1518 arribó a la desembocadura de un gran río al que puso el nombre de río Grijalva.





La conquista: El conquistador Hernán Cortés arribó a Tabasco el 12 de marzo de 1519 y después de derrotar en una cruenta batalla conocida como la "Batalla de Centla", a los naturales del pueblo de Potonchán, fundó el 25 de marzo la Villa de Santa María de la Victoria, que sería la primer población española en territorio continental de América. Ese mismo día, el presbítero Fray Bartolomé de Olmedo ofició la primer misa cristiana del continente, y los naturales obsequiaron a Cortés 20 mujeres, entre las cuales estaba Marina la Malinche, pieza clave en la conquista del imperio Azteca. En 1525 Juan de Vallecillo se convierte en el primer gobernador de la naciente provincia de Tabasco, pero fracasa en lograr su pacificación.



Fueron los antiguos pobladores de Tabasco, 650 años posteriores a la desintegración de la cultura Olmeca quienes tuvieron el encuentro con la cultura occidental; contaban con pequeños asentamientos heredados de la época clásica, de quienes conservaban la organización política y lengua.



El encuentro entre las dos culturas se dio a raíz de la segunda expedición que enviaron los españoles a tierras continentales, desde Cuba, la cual se adentro en la desembocadura del río Grijalva y desembarcó en Potonchan, población del Señorío Chontal de Acalán.



Dicha expedición fue producto de los hallazgos que Hernández de Córdova hizo en los pueblos de las costas de Yucatán y Campeche; en este viaje iba al mando el capitán Juan de Grijalva, que en el mes de junio de 1518, costeando la península, llega al río que la tripulación llamó Grijalva, en honor a su capitán.



Por su parte, las tierras de Tabasco fueron una encrucijada para la exploración y conquista de la Nueva España y Guatemala; se tiene referencia que Hernán Cortés en su Quinta Carta de Relación, en el que narra su viaje a la Hibueras, menciona haber estado de paso en las provincias de Cupilcón (Cupilco), abundante en cacao, a 35 leguas de la Villa del Espíritu Santo, donde encontraron muchas ciénegas y ríos; y que pasó por tres puentes, entre ellos, tres muy grandes en los pueblos de Tumulán (Tonalá) y Agalulco y en el río Guezalapa (Mezcalapa); el último pueblo de la zona era Anaxuca (Nacajuca). Por su parte, Bernal Díaz del Castillo, se refiere en su Historia Verdadera de la Nueva España, como acompañante de Cortés, mencionando que: estuvo en Cupilco, donde comienza la provincia que llaman Chontalpa., toda muy poblada y llena de huertas de cacao y muy en paz, en Tepetitán, encontró despoblado, con las casas quemadas, en Solosuchiapa, Coyumelapa, Ixtapangajoya y Teapa, en cuya zona tuvo una encomienda.



Tabasco fue una de las primeras zonas en ser conquistada; la batalla de Centla en 1519 constituye para los indígenas de esa época el inicio de la invasión occidental. Allí, Hernán Cortés obligó a los nativos a jurar lealtad a los soberanos españoles y fundó la ciudad de Santa María de la Victoria, la primera en tierras continentales del nuevo mundo, gobernadas por hispanos. Cabe señalar que, en la región se establecieron pocos colonizadores, pues la falta de metales preciosos y las condiciones climatológicas, no hacían atractiva la zona. Los criollos y peninsulares que habitaron la tierra tabasqueña durante esta época, trajeron al territorio esclavos negros, los cuales también se integraron al proceso de mestizaje. Es así, que con los indígenas, negros y españoles, se conformó la base a partir de la cual se produjo la integración racial y cultural de la sociedad tabasqueña. Hernán Cortés nunca olvidaría que en Tabasco recibió como tributo a su victoria, una de las más poderosas armas de la conquista: a la Mallinali Tenépal, la célebre Malinche.



En 1524 Cortés, volvió a pasar por Tabasco en su ruta a las Hibueras, hoy República de Honduras; el propósito de este viaje, era sofocar un alzamiento en su contra provocado por Cristóbal de Olid, quien combatió en la conquista de Tenochtitlan pero se había sublevado en contra de Cortés.



Cabe agregar, que realizada la hazaña de atravesar la selva, los caudalosos ríos, los pantanos y lagunas de la región, en esta parte del territorio, Cortés mandó ejecutar a Cuauhtémoc, quien era prisionero desde la conquista de Tenochtitlan.



A su paso por las cercanías de la supuesta Fundación de Santa María de la Victoria (hoy Frontera, Centla) Cortés, envió a Juan de Vallecillo con un pequeño destacamento para someter a los naturales. El enviado volvió a proclamar la fundación, pero no pudo sojuzgar a los nativos. Un año más tarde Baltasar de Osorio fracasa nuevamente. Mientras tanto Francisco de Montejo, conquista Yucatán e incluye a Tabasco dentro de los territorios bajo su control. Montejo consiguió para su hijo Francisco de Montejo .El Mozo., el nombramiento de alcalde mayor de Tabasco y lo envió a Santa María de la Victoria para asumir el cargo. .El Mozo. trajo entre otras cosas, el primer ganado vacuno a la región.



Posteriormente, para el siglo XVI, se establecieron españoles en varias partes de lo que hoy es el estado de Tabasco; incluso llegaron frailes Franciscanos, aunque no por mucho tiempo, lo que trajo como consecuencia una no muy amplia catequización, como en otras partes de la Nueva España.



En 1529 Francisco de Montejo es nombrado gobernador de la Provincia de Tabasco, quien es encargado de su pacificación y desde aquí inicia la conquista de Yucatán.





Época colonial [editar]La colonia se inicia con la presencia de Francisco de Montejo (El viejo), quien tenía las facultades de conquistar y pacificar Yucatán, Cozumel y poblar Tabasco. Habiendo fracasado en su intento de conquistar Yucatán por el oriente, decidió con su hijo del mismo nombre, a cometer la empresa por el occidente, para lo cual se fortalecieron en Tabasco. De 1530 a 1535 batalló en tierras mayas, aunque sin éxito. Volvió a España y consiguió la confirmación del Gobierno de Tabasco, posteriormente pasó aHonduras y otras partes aledañas. En el resto del período virreinal, no se registraron hechos notables en Tabasco, no hubo comercio importante, ni de esfuerzos especiales para estimular el asentamiento de colonos.



Por estos años, los piratas ingleses iniciaron sus actividades por las costas tabasqueñas, hasta que por causa de sus constantes ataques, los habitantes de Santa María de la Victoria decidieron trasladarse río arriba por el Grijalva, hasta una pequeña Villa de pescadores donde fundaron la población de San Juan Bautista. Dos años más tarde recibieron el permiso real de Felipe II, donde aprueba su fundación, llamándole Villahermosa de San Juan Bautista, a la vez que se le concedió a la provincia un escudo de armas de los más antiguos de América, que aún identifica a Tabasco. Sin embargo, los piratas llegaron hasta esta población, por lo que los poderes se trasladaron a Tacotalpa donde permanecieron por aproximadamente 139 años. A principios del siglo XVII, en el resto de la Nueva España se fundaban ciudades, se construían templos, catedrales y palacios, en cambio en Tabasco, el clima inhóspito, la ausencia de metales preciosos, la inseguridad por los ataques piratas, causaron desinterés en los españoles y la provincia de Tabasco cayó en el abandono.



En 1794 la provincia de Tabasco tenía una población de 35 mil 803 personas (18 mil 199 hombres y 17 mil 604 mujeres), distribuidos en 2 Villas, 2 pueblos, 9 parroquias, 200 rancherías dependientes, 526 independientes y 58 estancias; no había conventos, colegios, ni hospitales.



Al finalizar el siglo XVIII, un gobernante de las postrimerías de la vida colonial, Miguel de Castro y Araoz, denunció el estado de abandono en el que se encontraba Tabasco.



Después de poco más de siglo y cuarto, la capital de la provincia de Tabasco retorna a Villahermosa de San Juan Bautista. Transcurrido un tiempo, el presbítero José Eduardo de Cárdenas, fue enviado como representante de la provincia, ante las cortes de Cádiz, siendo diputado demandó que la provincia de Tabasco, sumida en el abandono, saliera de la marginación en la que sin razón estaba sepultada.



El periodo que transcurrió entre la llegada de los españoles a nuestro territorio y el desenlace en la autonomía e independencia en 1810, representa un periodo colonial, del cual surgió una sociedad novohispana; proceso que se desarrollo a través de 300 años de dominación española, que dio inicio con la conquista de los primeros pueblos indígenas.



Pese a ser la primer posesión de la corona española en México, los conquistadores tardaron más de 40 años en pacificar la provincia debido a la férrea resistencia de los aborígenes. Una vez lograda la paz, Tabasco es anexado a la Capitanía de Yucatán. El español Diego de Quijada, decreta el 24 de Junio de 1564, la fundación de la ciudad de Villahermosa con el nombre de Villa Carmona, nombre que se le cambiaría después por el de San Juan Bautista de Tabasco. Abandonado por las autoridades de la corona, la provincia de Tabasco durante más de 100 años es azotada por los piratas quienes destruyen las principales poblaciones. Lo que origina que la capital de la Provincia sea cambiada primero a San Juan Butista (hoy Villahermosa) y después a Tacotalpa. Hasta que en 1717 las fuerzas tabasqueñas al mando de Juan de Amestoy y Luis Felipe Andrade, derrotan y expulsan a los piratas de la isla de Tris y fundan el 16 de Julio de ese año la villa de Nuestra Señora del Carmen, regresando ese año los poderes a San Juan Bautista. La provincia pasó en el más completo abandono los 302 años de dominio español, hasta la independencia en 1821.





La Independencia: Una vez declarada la independencia de Tabasco, el 8 de Septiembre de 1821, al convocarse el Congreso Constituyente, la provincia se pronunció por la Federación, convirtiéndose en uno de los 14 Estados libres y soberanos de la primera República en 1824. Al año siguiente (1825), se proclamó la primera constitución tabasqueña y desde 1883, su división política la constituyen 17 municipios.





Proclamación de la Independencia 1821 [editar]Habían transcurrido tres siglos de sujeción a la Corona Española y Tabasco, seguía arrinconado en su melancólica existencia, cuando en septiembre de 1810 estalló, muy lejos del Sureste, en Dolores, Guanajuato la lucha que habría de culminar, 11 años más tarde, con la declaración de Independencia. La marginación geográfica y de toda índole explica la tardanza con que aquí repercutió la demanda libertaria.



Hubieron de pasar cuatro años para que don José María Jiménez prefiriera el grito de insurrección en Tabasco; no obstante, su iniciativa no encontró suficiente eco y don José María fue condenado a prisión. Entretanto, el 24 de mayo de 1815, se levantaron actas de adhesión a la Corona Española.



La violencia se recrudecía por otros rumbos y los españoles perdían terreno paulatinamente hasta que, en 1821 México obtuvo su independencia política con respecto a la Corona Española.



Ese mismo año, el coronel Antonio López de Santa Anna envió a Tabasco una expedición, encabezada por el capitán Juan Nepomuceno Fernández Mantecón, quien traía el encargo de proclamar la Independencia y jurar el Plan de Iguala: lo que se produjo el 8 de septiembre de 1821.





Iturbide y La Repùblica [editar]A partir del memorable 8 de septiembre de 1821, cuando se prestó juramento al Plan de Iguala, Tabasco quedó incorporado al México independiente. El primer gobernador fue don Juan N. Fernández, quien no permaneció mucho tiempo en su puesto ya que fue acusado de varios delitos, enjuiciado y destituido de su investidura. Lo sustituyó don Manuel María Leyton en 1822. Poco después se conoció la noticia de que Agustín de Iturbide se había proclamado emperador. Tomó entonces posesión de la gubernatura tabasqueña el coronel José Antonio Rincón, quien permaneció en su cargo hasta 1823 cuando, Antonio López de Santa Anna instituyó la República.



México había comenzado su vida independiente con un intento fallido de monarquía y no pudo hablarse de Tabasco como Estado sino hasta la instauración de la República Federal, más propiamente, hasta que se asentó en la Constitución de 1824 que el territorio tabasqueño formaba parte de la República. Ese mismo año se estableció la primera legislatura local y ésta misma eligió a don Agustín Ruiz de la Peña como gobernador interino. El 5 de febrero de 1825 se publicó la primera Constitución Política del Estado, la cual constaba de 11 capítulos y de 224 artículos, en ese año llegó la primera imprenta a Tabasco.



Los primeros pasos del naciente estado no podían ser sencillos. A los conflictos políticos que debió afrontar como consecuencia del movimiento independentista se añadieron los problemas económicos que el territorio arrastraba desde la época colonial. Aunado a esto hubo que hacer frente a dos epidemias de cólera, probablemente las más graves de que se tenga antecedente en la región.





Centralistas y Federalistas: La inestabilidad que caracterizó a aquella época, tenía que repercutir con turbulencia en una región hasta entonces tan precariamente organizada. Al principio, como en todo comienzo, la situación se presentó desordenada pero hacia 1829 empezó a aclararse. Hay que recordar que en aquel año Vicente Guerrero, Presidente de la República, aplastó el intento español de reconquistar a México a través del general Isidro Barradas, quien invadió al país por el puerto de Tampico. El que impidió directamente que la reconquista se llevara a cabo fue Santa Anna quien, por ese hecho, se volvió un héroe nacional.



Pero, un año más tarde, el Vicepresidente Anastasio Bustamante ocupaba el poder y durante su gestión es arteramente asesinado don Vicente Guerrero, acto que volvió a complicar, ciertamente, todo el panorama.



En Tabasco actuaban dos bandos: uno, encabezado por Ruiz de la Peña quien apoyaba a los federalistas y otro por Marcelino Margalli, favorecía a los centralistas. Esa pugna local era un reflejo de la lucha a veces sorda, a veces desembozada que federalistas y centralistas libraban en el país y que sólo comenzaría a resolverse, en definitiva, a partir del triunfo de la Revolución de Ayutla a mediados de siglo.



En Yucatán y Campeche sucedía algo similar. El día 6 de noviembre de 1829 los militares de Campeche se sublevaron contra la Federación y proclamaron la República Centralista. La repercusión no se hizo esperar: quince días después un grupo de tabasqueños se unió a ese movimiento rebelde y levantaron un acta de 9 artículos en donde declaraban que en Tabasco se adoptaría el sistema centralista.



En la capital de la República la situación era tensa, inquietante: Anastasio Bustamante (1830- 1832) hacía esfuerzos por estabilizar la situación política y la vida económica del país. Si el federalismo había triunfado en 1824, lo había hecho a costa del compromiso con los fueros y privilegios que reclamaban la iglesia y el ejército. La paz, en consecuencia, era frágil. En 1832, algunos militares liberales acuciados por el recuerdo de Guerrero, se levantaron contra el gobierno de Bustamante. En Tabasco ocupaba la gubernatura del estado José Rovirosa quien, al conocer los hechos, juro lealtad al presidente Bustamante pero el gobernador Rovirosa falleció ese mismo año y fue sustituido por Manuel Buelta.



Una de las primeras acciones que Buelta dio en su calidad de gobernador fue sancionar el decreto que otorgaba a Antonio Lopez de Santa Anna] el título de Libertador de la Patria y de las Instituciones Federales, en recuerdo de la derrota que causo a Barradas. Corría el año de 1833, infortunado por muchos motivos, entre otros por aquella epidemia de cólera que diezmó a la población mexicana y que alcanzó a Tabasco causando gravísimos estragos entre sus habitantes, que aún no encontraban la estabilidad política en su territorio.



Mientras esto sucedía en Tabasco, en el resto de la república la lucha de los centralistas contra los federalistas seguía en plena efervescencia. El estado de Veracruz se pronunciaba por el centralismo y el de Zacatecas por el federalismo. A fin de cuentas, resultó victorioso el bando centralista: en 1836 se promulgó la Constitución Centralista, conocida también como las Siete Leyes.



Pero los liberales tabasqueños no estaban de acuerdo y decidieron rebelarse contra el centralismo encabezados por don Fernando Nicolás Maldonado.



La resistencia fue dura y finalmente, los federalistas tabasqueños fueron temporalmente derrotados.



En 1841, los poderes creados por la Constitución de 1836 fueron declarados nulos y tomó posesión de la presidencia el general López de Santa Anna. Durante los años siguientes Santa Anna gobernó sin Constitución y no fue sino hasta 1843 cuando se decretó una nueva carta: las Bases de Organización Política de la República Mexicana, o Bases Orgánicas de 1843, que intentaron ganarse al clero y al ejército con fueros y privilegios y otorgar el poder, simple y llanamente, al partido conservador.



En términos muy generales, ésta era la situación que preva!ecía en la república; naturalmente, el descontento seguía creciendo y los federalistas no cejaban en sus intentos por recobrar el poder. Finalmente, en 1846 lo obtuvieron de nueva cuenta encabezados por don Valentín Gómez Farías en la vicepresidencia de la república.



Pero se avecinaba un acontecimiento trágico para la nación: la guerra con los Estados Unidos de Norteamérica. Los federalistas se vieron forzados recurrir al hombre fuerte para que intentara organizar la defensa del país, aunque ahora, con base en la Constitución de 1824.



El 3 de mayo de 1824 se erije el primer congreso del estado libre, independiente y soberano de Tabasco, y desde ese año, el estado decide formar parte de los Estados Unidos Mexicanos.



En 1841 el estado de Tabasco deside separarse de México, en protesta por la instalación del régimen centralista en el País, reintegrándose al año siguiente.





La invasión Norteamericana [editar]Como es de todos sabido, la invasión norteamericana (1846-1847) tuvo su origen, con el propósito de anexarse la porción de territorio nacional que correspondía a la parte del Norte del país, zona limítrofe, con los Estados Unidos. Si descontamos Texas que ya había sido perdida en 1836 en la «batalla» de San Jacinto contamos además, el territorio de Nuevo México y el de la Alta California. En total, 1.528,241 kilómetros cuadrados: 689,836 de Texas y 838,405 de Nuevo México y Alta California.



De este territorio se formaron los estados de Texas, Nuevo México, Arizona, California, Nevada, Utah y parte de Colorado, Oklahoma, Kansas y Wyoming, de los Estados Unidos. La situación era previsible: por un lado aquellas regiones se hallaban habitadas en buena medida por colonos anglosajones, quienes mostraban descontento de pertenecer a México. Por otra parte, en los Estados Unidos se perfilaba ya de manera bastante clara, la teoría expansionista en la que ese estado habría de basar su política durante las épocas siguientes. Comenzaba a ser ya una república imperial.



En esas circunstancias, las probabilidades de México de lograr retener aquel territorio eran prácticamente nulas si tomamos en cuenta, sobre todo, que las fluctuaciones políticas internas a las que había tenido que enfrentarse el naciente Estado; por no haber podido resolver sus problemas sociales desde la independencia lo tenían virtualmente en bancarrota. No obstante, los mexicanos lucharon con gran valor por defender su integridad. El 6 de julio de 1846, México se vió obligado a defenderse, iniciándose la guerra con Estados Unidos.



Por aquellas fechas, la guarnición de Tabasco se encontraba encabezada por el comandante general Juan Bautista Traconis; cuatro meses habían transcurrido desde la declaración de guerra cuando, en octubre de 1846, los americanos sitiaron Veracruz y su siguiente paso fue enviar a Tabasco una cuadrilla al mando del comodoro Mathew C. Perry. A continuación relata los hechos el propio comandante Traconis: « El 21 de octubre de 1846 se avistó frente a la barra de Frontera una goleta, que suponiéndola, mercante, salió en busca de ella para meterla; más al aproximarse a su bordo advirtió que era norteamericana y de guerra ».



El 22 se avistaron otros buques; el 23 en la mañana entraron todos y tomaron posesión de Frontera, que se hallaba sin guarnición de ninguna clase. El 24 a las seis de la tarde, se recibió el parte de aquella invasión, día en que precisamente habían emprendido su marcha sobre la capital, el 25 a las doce del día llegaron frente a la población. En este estado mandaron imponer la rendición, manifestando a la vez, que de no efectuarse en quince minutos, demolerían la plaza y pasarían después a cuchillo a toda la guarnición; y como a esto no se les contestó sino que se les esperaba, regresaron los comisionados a bordo y rompieron en el acto sus fuegos, bombardeando la ciudad, que asaltaron después por cinco ocasiones sin obtener el menor éxito favorable. El 26 al rayar el día repitieron con más actividad sus fuegos de artillería sobre la plaza y la volvieron a asaltar por dos ocasiones mas, en que sin lograr ventaja alguna en el primero, en el segundo fueron derrotados completamente, hasta el extremo de haber abandonado el campo. Toda la cuadrilla salió después para Veracruz, dejando en Frontera dos buques de guerra para impedir el comercio.



Una vez que los norteamericanos salieron de Tabasco y éste se encontraba ya aparentemente pacificado, el comandante Traconis, molesto por la negativa del gobierno a enviarle ayuda económica y militar, se pronunció en rebeldía. Como respuesta, el entonces gobernador interino de Tabasco don Justo Santa Anna le hizo frente y lo destituyó de su puesto.



Al año siguiente (1847), en junio, los norteamericanos se aprestaban nuevamente a invadir Tabasco, el día 16 se presentó el enemigo en la capital y se apoderó de ella; los tabasqueños defendieron valientemente su territorio hasta que, agotados por la falta de recursos para defenderse, tuvieron que abandonar la plaza en la que los norteamericanos permanecieron 35 días más, después de los cuales se retiraron no sin antes incendiar y devastar gran parte de la ciudad.



Mientras tanto, en el centro de la república tenían lugar algunos sucesos de gran trascendencia: los norteamericanos habían logrado llegar hasta la capital, a pesar de la defensa heroica de nuestros compatriotas. Sin embargo, los invasores resultaron victoriosos y, como resultado de los acontecimientos, México perdió más de la mitad de su territorio.



En 1846 el ejército norteamericano invade Tabasco lo que provoca fuertes combates en la capital San Juan Bautista. Los norteamericanos toman la plaza y el General Perry nombra al General Van Brunt Gobernador de Tabasco. Posteriormente y debido a la fuerte guerrilla tabasqueña, los norteamericanos desocupan la ciudad en 1847.



Como es de todos sabido, la invasión norteamericana (1846-1847) tuvo su origen, con el propósito de anexarse la porción de territorio nacional que correspondía a la parte del Norte del país, zona limítrofe, con los Estados Unidos. Si descontamos Texas que ya había sido perdida en 1836 en la «batalla» de San Jacinto contamos además, el territorio de Nuevo México y el de la Alta California. En total, 1.528,241 kilómetros cuadrados: 689,836 de Texas y 838,405 de Nuevo México y Alta California.



De este territorio se formaron los estados de Texas, Nuevo México, Arizona, California, Nevada, Utah y parte de Colorado, Oklahoma, Kansas y Wyoming, de los Estados Unidos. La situación era previsible: por un lado aquellas regiones se hallaban habitadas en buena medida por colonos anglosajones, quienes mostraban descontento de pertenecer a México. Por otra parte, en los Estados Unidos se perfilaba ya de manera bastante clara, la teoría expansionista en la que ese estado habría de basar su política durante las épocas siguientes. Comenzaba a ser ya una república imperial.



En esas circunstancias, las probabilidades de México de lograr retener aquel territorio eran prácticamente nulas si tomamos en cuenta, sobre todo, que las fluctuaciones políticas internas a las que había tenido que enfrentarse el naciente Estado; por no haber podido resolver sus problemas sociales desde la independencia lo tenían virtualmente en bancarrota. No obstante, los mexicanos lucharon con gran valor por defender su integridad. El 6 de julio de 1846, México se vió obligado a defenderse, iniciándose la guerra con Estados Unidos.



Por aquellas fechas, la guarnición de Tabasco se encontraba encabezada por el comandante general Juan Bautista Traconis; cuatro meses habían transcurrido desde la declaración de guerra cuando, en octubre de 1846, los americanos sitiaron Veracruz y su siguiente paso fue enviar a Tabasco una cuadrilla al mando del comodoro Mathew C. Perry. A continuación relata los hechos el propio comandante Traconis: « El 21 de octubre de 1846 se avistó frente a la barra de Frontera una goleta, que suponiéndola, mercante, salió en busca de ella para meterla; más al aproximarse a su bordo advirtió que era norteamericana y de guerra ».



El 22 se avistaron otros buques; el 23 en la mañana entraron todos y tomaron posesión de Frontera, que se hallaba sin guarnición de ninguna clase. El 24 a las seis de la tarde, se recibió el parte de aquella invasión, día en que precisamente habían emprendido su marcha sobre la capital, el 25 a las doce del día llegaron frente a la población. En este estado mandaron imponer la rendición, manifestando a la vez, que de no efectuarse en quince minutos, demolerían la plaza y pasarían después a cuchillo a toda la guarnición; y como a esto no se les contestó sino que se les esperaba, regresaron los comisionados a bordo y rompieron en el acto sus fuegos, bombardeando la ciudad, que asaltaron después por cinco ocasiones sin obtener el menor éxito favorable. El 26 al rayar el día repitieron con más actividad sus fuegos de artillería sobre la plaza y la volvieron a asaltar por dos ocasiones mas, en que sin lograr ventaja alguna en el primero, en el segundo fueron derrotados completamente, hasta el extremo de haber abandonado el campo. Toda la cuadrilla salió después para Veracruz, dejando en Frontera dos buques de guerra para impedir el comercio.



Una vez que los norteamericanos salieron de Tabasco y éste se encontraba ya aparentemente pacificado, el comandante Traconis, molesto por la negativa del gobierno a enviarle ayuda económica y militar, se pronunció en rebeldía. Como respuesta, el entonces gobernador interino de Tabasco don Justo Santa Anna le hizo frente y lo destituyó de su puesto.



Al año siguiente (1847), en junio, los norteamericanos se aprestaban nuevamente a invadir Tabasco, el día 16 se presentó el enemigo en la capital y se apoderó de ella; los tabasqueños defendieron valientemente su territorio hasta que, agotados por la falta de recursos para defenderse, tuvieron que abandonar la plaza en la que los norteamericanos permanecieron 35 días más, después de los cuales se retiraron no sin antes incendiar y devastar gran parte de la ciudad.



Mientras tanto, en el centro de la república tenían lugar algunos sucesos de gran trascendencia: los norteamericanos habían logrado llegar hasta la capital, a pesar de la defensa heroica de nuestros compatriotas. Sin embargo, los invasores resultaron victoriosos y, como resultado de los acontecimientos, México perdió más de la mitad de su territorio.



Más tarde, en 1863, Tabasco volvería a ser ocupado por fuerzas extranjeras, en esa ocasión, el ejercito frances después de un bombardeo inmisericorde, toma la ciudad de San Juan Bautista. el 1 de noviembre de 1863 los franceses son derrotados cerca de la ciudad de Cunduacán en la llamada "Batalla del Jaguactal" y posteriormente, el 27 de febrero de 1864 las fuerzas tabasqueñas al mando del General Gregorio Méndez, expulsan a los franceses de San Juan Bautista, convirtiendo a Tabasco en el primer estado en expulsar a los invasores franceses del territorio nacional.



Expulsión de los Franceses (Batalla de Jahuactal).



Los tabasqueños se aprestaban a llevar a cabo una lucha que, al parecer, no sería fácil ni breve. El 6 de octubre de 1863, Andrés Sánchez Magallanes se levanta en armas, entre otras consideraciones, porque es «muy necesario y muy preciso defender el territorio nacional, libertad e independencia que nos legaron los inmortales Hidalgo y Morelos en la proclamación y protesta que hicieron en el año de 1810», Sánchez Magallanes desconocía a Arévalo y a las demás autoridades de él emanadas; excitaba al vecindario de Huimanguillo así como al de Los Naranjos y Otra Banda del Grijalva, «para que se únan a nosotros y nos ayuden a sacudir las, cadenas de los opresores» y .recorran los pueblos de Comalcalco, Jalpa, Nacajuca y Cunduacán, para que reconozcan el sistema constitucional tal como es en realidad.



El día 8 de octubre Gregorio Méndez que no sabía del alzamiento de Sánchez Magallanes en Cárdenas comienza su lucha contra el ejército invasor. Fue auxiliado entonces por los comalcalquenses Regino Hernández, Mamerto González, Bernabé Fuentes y Crescencio Rosaldo.



Mientras Méndez, pretextando presentarse ante Arévalo, marcho hacia Jalpa con el ánimo de apoderarse de cuarenta fusiles que existían allí en depósito, lo cual logró satisfactoriamente, Regino Hernández cae sobre el cuartel de Comalcalco haciendo huir al jefe imperialista Manuel Romanco y apoderándose de los pertrechos militares existentes. Es entonces cuando se procede a levantar el acta insurreccional.



Enterado Arévalo del asalto al cuartel de Comalcalco, el 10 de octubre al mando de una columna mixta de infantería y caballería trató de sorprender, no sin éxito, a los insurrectos. Dijo, honradamente, Gregorio Méndez: «Los guardias nacionales de mi mando, aun no acostumbrados a los hábitos de campaña y a pesar de haber sido envueltos por las fuerzas de Arévalo que atacarona la población por tres puntos simultáneos, no abandonaron el campo sino después de haber cambiado algunas descargas con aquellos, dispersándose por los bosques circunvecinos».



El texto anterior expresa la sensibilidad política de Gregorio Méndez y su capacidad estratégica.



Estando en guerra podía haber optado por tomar lo que necesitaba de donde lo había. No procede así: acata leyes y respeta propiedades; marca diferencias entre patriota e invasor. Quiere el respeto de su gente, sustento de toda autoridad: la autoridad moral. Por ello, no desea todavía nuevos encuentros: se lucha cuando se puede ganar y se gana con recursos y con organización.



Hace creer al enemigo que está aquí y allá, en varios sitios a la vez: los desorienta, mientras se dirige realmente a Cárdenas a donde llega el 16, se le unen contingentes de Huimanguillo, Comalcalco y de la banda derecha del Mezcalapa: poco más de doscientos hombres. Por aquel tiempo recibió la magnífica noticia de la Sierra, según la cual Lino Merino, los hermanos Castillo, los Bastar, Pérez Andrade y algunos más se han insurreccionado contra el gobierno imperialista y lo reconocen a él como jefe de los republicanos de la Chontalpa. Se dirige luego a Comalcalco no sin prudencia: primero, acampa la noche del 16 en la segura hacienda de Manuel Cupido un punto intermedio entre Cárdenas y Huimanguillo para poder contar, en caso de necesidad, con los recursos que las dos poblaciones podían darle. Continúa, luego, el 22 su marcha. De lograr su objetivo el estado físico y moral de los patriotas mejoraría notablemente, llega a Comalcalco el 23 en la noche y se le recibe con entusiasmo.



El 24 se integraron personas de Paraíso, Comalcalco y de San Juan Bautista. Procede, después, a organizar sus fuerzas: «Todas las secciones reza la orden general del 24 al 25 de octubre de 1863 se conservarán en sus respectivos cuarteles en la mejor disposición de ataque, y a nadie se le permitirá separarse de ella desde la oración de la noche, lo que se recomienda con especialidad a los señores oficiales». Ocupa cuatro días del 25 al 28 en disciplinar al máximo a sus tropas que, ya para entonces, ascendían a 350 hombres modestísimamente pertrechados: «Aunque carecía yo de los elementos materiales necesarios a abrir la campaña sobre el enemigo, temerosos de que la insurreción enervase la energía de mis nacionales, resolví tomar la iniciativa, encomendándolo todo al patriotismo.»



Marcha resuelto hacia Cunduacán a donde llega el 29 a mediodía: San Juan Bautista, la capital, estaba solo a ocho leguas del alcance de las armas republicanas. Recorre entonces, en compañía del teniente coronel Sánchez Magallanes, las inmediaciones de Cunduacán reconociendo el terreno. Gira instrucciones para mantener guarecida a la población y se apresta al combate dando ánimos a sus soldados. El 1º de Noviembre recibe informes de que Arévalo merodea, a poca distancia, con fuerzas de infantería, caballería y artillería: «Conciliando con lo inexperto de nuestras tropas, nuestra falta de municiones, nos resolvimos por librar el combate en emboscadas, las cuales se formarían en el lugar denominado El Jahuactal, a la salida de la población camino de San Juán Bautista.»



Empezado el combate, brota lo imprevisto y los planes, madurados la víspera, han de transformarse sobre la marcha. Un sargento de Huimanguillo se adelanta, descubre posiciones, y el enemigo percibe la celada y se defiende: cañonea a diestra y siniestra. Vuelve a hacerse presente el temerario sargento, Jacinto López, quien machete en mano se lanza sobre el cañón y con su vida obtiene para las fuerzas republicanas el arma que decidiera la victoria. Aquello fue el principio del fin: «El enemigo había cometido la torpeza de hacer marchar su parque por la izquierda y a la orilla del bosque; apercibido de ello el intrépido Hernández, carga sobre la escolta guardaparque, poniéndola en fuga, y sin dar tiempo al enemigo se apodera de una caja de cartuchos, municiona su valiente compañía y rompe a pecho descubierto un vivísimo fuego sobre las columnas enemigas que, poseídas del pánico, se encomendaron a la fuga «.



La primera y definitiva batalla, fue la de El Jahuactal., había sido ganada por las armas republicanas tabasqueñas. Con las armas cobradas como botín de guerra y la confianza que da siempre el triunfo se templó y consolidó el contingente de Gregorio Méndez: la prudencia y audacia del valeroso jefe, aunadas a su sentido de la organización hicieron el resto.



Desde el momento en que los imperialistas fueron expulsados de Tabasco, la situación parecía mantenerse estable. Gregorio Méndez se encontraba al frente del gobierno cuando se tuvo noticia de que el 28 de febrero de 1865 el Ejército Republicano de Oriente, a cuya cabeza se encontraba don Porfirio Díaz, había caído en poder de los imperialistas. La reacción de los tabasqueños fue inmediata: unidos a los ejércitos de Veracruz, Chiapas y Oaxaca reorganizaron el Ejército de Oriente, se aprestaron a combatir a los intrusos y a partir de ese momento las batallas se reiniciaron.



Los liberales, que mantenían su lucha para defender la independencia de nuestro país, tuvieron éxito cuando en 1866, el rey de Francia creyendo que el Imperio de Maximiliano se hallaba ya consolidado, decidió retirarles su apoyo económico y militar de suerte que los imperialistas, privados de tal protección, fueron vencidos finalmente por las tropas liberales en junio de 1867. Maximiliano fue fusilado en Querétaro y con su muerte, concluyó un triste capítulo de la historia mexicana.



Gobierno de Juárez (1867-1872).



Una vez que los liberales lograron derrotar a los imperialistas don Benito Juárez, que se encontraba en San Luis Potosí, decidió regresar a la ciudad de México y restablecer allí su gobierno. En el mes de septiembre se convocó a elecciones para decidir quién sería el primer mandatario de la nación en los años venideros.



El resultado fue la reelección de Benito Juárez. «El primero y principal propósito de los liberales en el poder fue aplicar la Constitución. Antes que nada y sobre todo se quería el federalismo, la separación y el equilibrio de los tres poderes, la participación popular en la vida pública mediante el voto, y la puesta en uso de los derechos civiles. Para todo eso un requisito concomitante era pacificar la República y sustituir con el diálogo los modos violentos de dirimir diferencias. Se proclamó un respeto mayor al derecho ajeno y uno menor al derecho propio».



Mientras tanto en Tabasco se convocó, según lo establecía la Constitución, a elecciones para la gobernatura. El voto popular favoreció a don Felipe de Jesús Serra, quien tomó posesión de su cargo el 1º de enero de 1868.



Época Porfirista.



La «paz porfiriana» llegó también a Tabasco y con ella, el momento de sacar al estado del aislamiento en que había permanecido sumergido durante los tres siglos de la Colonia y los primeros años de vida independiente. Durante los 33 años que el general Díaz presidió el gobierno de la República, el estado empezó a cimentar las bases sobre las cuales, aunque paulatinamente, habría de ir superando aquella precaria situación.



Libres ya de convulsiones, los tabasqueños se dieron a la tarea de reconstruir la capital de su estado. Gran número de edificios maltrechos por las constantes luchas de años anteriores fueron demolidos para construir otros, de tal suerte que la ciudad fue adquiriendo una fisonomía nueva. La entidad empezó a caminar por la senda del progreso: En 1879 se inauguró el Instituto Juárez; en 1881, el servicio telegráfico que conectaba la ciudad de México con San Juan Bautista; en 1890 se instaló el alumbrado eléctrico público en la ciudad capital; en diciembre de 1894 se abrieron las puertas del nuevo palacio de gobierno; en 1901 se inauguró el primer banco.



Tabasco prosperó durante ese lapso de más de tres décadas; pero hay que aceptar, igualmente, que la inmadurez política de la nación se reflejaba aquí también. Díaz se había perpetuado en el poder. En Tabasco, Abraham Bandala había hecho lo mismo, el general fue gobernador con interrupciones en su mandato desde 1894 hasta diciembre de 1910: aproximadamente 16 años.



Los años del porfiriato fueron para Tabasco, años de progreso y de paz. Pero se trataba de una paz basada en la explotación inhumana de los humildes; la miseria y la marginación empezaron a adquirir caracteres explosivos de tal suerte que al acercarse el siglo XX, la gran mayoría de la población mexicana se encontraba ya en vísperas de una revolución violenta. Fue así como los tabasqueños vieron concluir el siglo XIX. Terminaban los primeros cien años de historia independiente. Fatigados de tanta inestabilidad, hubo que emprender todavía otra lucha sangrienta: la Revolución de 1910, el movimiento social más importante de nuestra historia.





Revolución Mexicana en Tabasco [editar]Porfirio Díaz, aspiraba a fortalecer el «Progreso» dentro de un «Orden» que incluía ferrocarriles, puertos, telégrafos y una hacienda equilibrada, pero excluía la democracia política y la participación de la mayoría de la población en los beneficios sociales. Los levantamientos contra el gobierno de Díaz se volvieron cada vez más frecuentes hasta que, en 1906, se produjeron los trágicos acontecimientos de Río Blanco en Veracruz, y de Cananea en Sonora, en los que murieron un gran número de obreros.



El descontento comenzó a adquirir caracteres cada vez más peligrosos para la dictadura. Cuando don Francisco I. Madero, decidió alzarse contra Díaz, abanderado con su lema Sufragio efectivo, No reelección, encontró en un gran número de compatriotas apoyo valiente y firme para su lucha.



La Revolución Mexicana, fue en el mundo, la última lucha con ideas del siglo XIX la primera revolución que postuló demandas propias en el siglo XX.: Democrácia y Libertad; fue el primer gran movimiento popular contemporáneo de contenido social. Mientras en la capital de la República, las condiciones para que estallara aquella gran revolución estaban madurando poco a poco, en Tabasco la situación iba adquiriendo matices cada vez más alarmantes. El pueblo, fatigado de la administración del General Bandala, deseaba evitar su reelección. Fueron surgiendo así los caudillos que tomarían las riendas de la revolución en nuestro estado.



Ya desde las postrimerías del siglo XIX, había empezado a sonar en Tabasco el nombre de Domingo Borrego, que pasaría a la historia como uno de los primeros tabasqueños capaces de manifestar abiertamente el descontento contra el gobierno porfirista, a través del periodismo.



En 1902 se fundó en la Villa de Huimanguillo, en la Chontalpa, el Club antirreeleccionista «Melchor Ocampo», para sostener los principios liberales postulados por los hermanos Flores Magón: fue el primer grupo tabasqueño organizado contra la dictadura porfirista; el Club, como era de esperar, fue disuelto con prontitud por el jefe político. Sin embargo, el descontento había empezado a manifestarse y la actividad revolucionaria iría creciendo.



Tres años más tarde, en 1905, el Dr. Manuel Mestre Ghigliazza tuvo la osadía de publicar en la Revista de Tabasco los planes de la Noria y Tuxtepec. Porfirio Díaz había esgrimido en aquellos planes los argumentos de la «no reelección» para justificar su rebelión contra los presidentes Juárez y Lerdo de Tejada. Puesto que luego él mismo se había perpetuado en el poder, reeligiéndose varias veces, la publicación de esos planes estaba prohibida.



La opinión pública de Tabasco había empezado a tomar conciencia de la imposibilidad del régimen para sostenerse y el número de manifestaciones oposicionistas iba en aumento. Hacia mediados de 1909, se había logrado consolidar el «partido Gutierrista», encabezado por don Ignacio Gutiérrez Gómez y con sus hermanos Pedro y Policarpo, habría de constituirse en una de las principales fuerzas revolucionarias del estado.



Los nombres de muchos tabasqueños oposicionistas empezaron a sonar. El Dr. Mestre Ghigliazza incrementó su actividad; el Lic. José María Pino Suárez se unía, desde Yucatán, a las filas maderistas y Félix Fulgencio Palavicini había sustituido a José Vasconcelos en la dirección del Antirreeleccionista, periódico fundado por Francisco I. Madero. Corría el año de 1909, cuando se fundó en la región de la Chontalpa en Huimanguillo, un nuevo club antirreeleccionista llamado como aquel fundado en 1902 «Melchor Ocampo». El nuevo club postulaba los principios maderistas.



Mientras tanto, a iniciativa de don Francisco I. Madero, se había entablado entre él y el Dr. Mestre una comunicación por cartas. Madero instaba al Dr. Mestre a lanzar su candidatura para el gobierno del estado, pues la fecha de elecciones estaba ya próxima. Sin embargo, Mestre no se decidió y en las elecciones de finales de 1910, resultó vencedor don Policarpo Valenzuela.



Valenzuela tomó posesión de la gubernatura el 18 de enero de 1911, después de los constantes y largos períodos gubernativos del General Abraham Bandala. Con el nuevo gobernador la situación de Tabasco se tranquilizó bastante. Sin embargo, los revolucionarios de la Chontalpa no estaban dispuestos a abandonar la lucha hasta no ver derrocado al antiguo régimen.Tal era la situación en Tabasco, cuando el 20 de noviembre de 1910, Aquiles Serdán fue asesinado en Puebla y con su muerte, el pueblo entero se sintió agredido y estalló finalmente la lucha armada.



La lucha armada.



Don Ignacio Gutiérrez, secundó el movimiento revolucionario en el estado y el día 19 de diciembre de 1910 se levantó en armas. «El primer objetivo de la campaña fue la cabecera municipal, Cárdenas., a donde deberían entrar las fuerzas revolucionarias el día 24.



Las avanzadas estuvieron a cargo del capitán Daniel Gavilla, que con 50 hombres emprendió camino hacia aquella plaza para cumplir las siguientes instrucciones: recoger armas y levantar más hombres por el camino esperar a Gutiérrez a tres kilómetros de la entrada, sitio donde éste los alcanzaría en la tarde del día señalado para el ataque».



Por una desobediencia del capitán Gavilla, los maderistas comenzaron el ataque antes de que Gutiérrez llegara y este hecho les costó su primer gran derrota. No obstante, Gutiérrez no se amedrentó y reorganizando sus fuerzas decidió volver a emprender la lucha en abril de 1911. «Los objetivos inmediatos eran Huimanguillo y Cárdenas; en el camino ya con un contingente de 157 hombres, Gutiérrez llegó a Huimanguillo, donde el jefe político presentó una oposición débil con 15 hombres que pudo reunir. La escaramuza duró menos de dos horas, la revolución había comenzado a triunfar en Tabasco».



Posteriormente, cuando la revolución armada había concluido, los revolucionarios de la Chontalpa no aceptaron que la gubernatura estuviera ocupada por un revolucionario de los Ríos y comenzaron a suscitarse serias fricciones.



El gobernador Domínguez tuvo que renunciar a su cargo para ser sustituido por don Carlos Greene, uno de los jefes más renombrados de la Chontalpa. Esto sucedía el día 10 de octubre de 1914. Pocos días después se inauguraría la Convención de Aguascalientes: que a partir del día 10 del mes de octubre tuvo por escenario la ciudad de Aguascalientes, estuvieron como delegados tabasqueños los generales Ernesto Aguirre Colorado, que acudió personalmente; Don Adolfo de la Huerta (civil) en representación de Pedro C. Colorado y más tarde por el mayor José T. Cantú; Coronel Enrique F. Estrada en representación de Ramón Sosa Torres; el Coronel Valentín R. Flores Garza en representación de Isidro Cortés y Luis Felipe Domínguez, por el capitán Francisco Vela.



Con la Convención de Aguascalientes se esperaba solucionar los conflictos que aún subsistían entre las diversas facciones carrancistas, villistas y zapatistas que habían participado en la Revolución. Sin embargo, la Convención fracasó rotundamente ya que lejos de lograr unificar criterios hizo más severa aún la escisión entre: carrancistas por un lado, villistas y zapatistas unidos por el otro.



Los revolucionarios tabasqueños, como buena parte del país, se unieron a los carrancistas y se organizaron columnas para combatir a los villistas. Los combates continuaron durante todo el año de 1915 y hacia principios de 1916, el villismo había sido derrotado de manera que el gobierno comenzó finalmente a consolidarse. Hacía falta, sin embargo, establecer las bases constitucionales que habrían de regir el destino del país.



Don Venustiano Carranza publicó, el 21 de septiembre de 1916, la convocatoria para la elección de los diputados, que al formar parte del Congreso Constituyente, habrían de redactar la nueva Constitución. El día 10 de diciembre del mismo año comenzaron los trabajos y finalmente el 5 de febrero de 1917, se promulgó en Querétaro la nueva Constitución que 22 días más tarde fue jurada en nuestro estado.



Ahora bien, los conflictos entre las facciones no habían concluido en Tabasco. Las diferencias entre los revolucionarios de La Chontalpa y los de la región de los Ríos volvieron a manifestarse cuando, en julio de 1918, se convocó a elecciones para gobernador y diputados locales. Surgieron entonces dos partidos: el Liberal Constitucionalista conocido también como partido azul, apoyado por la región de los Ríos; y el Partido Radical o partido rojo apoyado por la Chontalpa.



El azul postulaba a don Luis Felipe Domínguez para la gubernatura y el rojo a don Carlos Greene. «En tales condiciones los dos candidatos y sus planillas de diputados y presidentes municipales iniciaron una lucha que no fue de adversarios políticos sino de enemigos personales, una lucha a muerte. Las reuniones de un partido eran atacadas por el otro a golpes, pedradas, balazos etc.».



Las elecciones se llevaron a cabo y la planilla roja, con don Carlos Greene a la cabeza, resultó vencedora. Pero Domínguez desconociendo el triunfo de Greene se declaró en rebeldía. El 6 de agosto de 1918 Greene dejó temporalmente el gobierno para ir a la ciudad de México a entrevistarse con el presidente y defender la legalidad de su gobierno. En su lugar quedó Tomás Garrido Canabal quien, durante el interinato, tuvo que hacer frente a los ataques dominguistas. Cuando don Carlos Greene logró entrevistarse con Carranza y éste reconoció la legalidad de su gobierno, Garrido Canabal ya había logrado vencer a los rebeldes. Greene volvió a su puesto el 31 de diciembre de 1919 y con ello quedó concluido en Tabasco el agitado capítulo de la Revolución y comenzó uno nuevo; la época del garridismo.



Garridismo, Esplendor y Fin.



El 20 de septiembre de 1890, nació en el seno de una familia de terratenientes, en la finca «Punta Gorda» Playas de Catazajá en los límites de Tabasco y Chiapas, un niño que habría de convertirse en una de las personalidades más controvertidas de la historia de Tabasco: Tomás Garrido Canabal. Dictador arbitrario para unos, líder indiscutible para otros, Garrido llenó con su vigorosa personalidad más de una década de nuestra vida política. Con la perspectiva que nos da la historia, Garrido aparece como un político hábil, audaz y decidido, con todos los errores que pueden objetársele a un hombre de acción y con tantas virtudes como puede tener un convencido de sus propios ideales. Ni más ni menos.



Decia Manuel Gonzalez Calzada de Garrido.Alto, fuerte, erguido, de pasos firmes, de mirada perspicaz y penetrante, producto de unos ojos verdes de vivacidad reveladora de un grande y recio carácter; inconmovible, por lo general: en sus decisiones, leal en el compromiso, macho en la paz y en la guerra; jugador decidido a la política, independiente en sus dominios, desde donde jamás, reconoció sino a un solo jefe; combatiente tenaz contra la adversidad propia, fiel a la amistad hondamente fincada; así era Tomás Garrido Canabal. ¡Sí tenía cualidades el monstruo! frío en la represión, constante en el rencor y el odio, tozudo en sus decisiones negativas; incrédulo ante la amenaza del desprestigio, violento en el castigo y la venganza, igual que su medio y su época; desconfiado ante la luz ajena, egocentrista, absoluto, desdeñoso de la cultura en su más amplio sentido; escaso en su información sociológica, audaz en sus pretensiones de creador; de ideas explosivas altanero en su papel de jefe; así era Tomás Garrido Canabal. ¡Sí tenía defectos el genio!».



Cuando Tomás cumplía apenas tres meses, la familia se trasladó a la hacienda de Buenavista en territorio tabasqueño, donde transcurrieron los primeros años de su vida. Siendo aún muy joven, en el primer año de secundaria, fue expulsado del estado por participar en una manifestación contra el gobernador porfirista Abraham Bandala. Se trasladó entonces a Veracruz para concluir sus estudios de secundaria y después, a Campeche donde terminó, a los 25 años, los estudios de abogado.



Al terminar la carrera en 1915, regresó a Tabasco donde, recomendado por su primo el Coronel José Domingo Ramírez Garrido, entró a formar parte de la Administración Pública como juez de distrito. Por ese entonces se hallaba al frente del gobierno tabasqueño el general Francisco J. Mújica, destacado militar michoacano enviado por Carranza para controlar la situación política del estado. El general Mújica, imbuido de un jacobinismo propio de la época, se apresuró a cambiar el nombre de la capital San Juan Bautista por el de Villahermosa, que en otra época la había acompañado. Cuando el general Alvaro Obregón levantaba su voz contra el clero en marzo de 1915, en el estado de Tabasco, el gobernador Francisco J. Mújica, incineraba imágenes en el marco de la «campaña desfanatizadora». Ese ambiente encontró Garrido a su regreso a Tabasco: una situación bastante propicia para que germinaran las ideas que había recibido del general Salvador Alvarado y de Felipe Carrillo Puerto.



Cuatro años más tarde, en 1919, después de los acontecimientos que llevaron al gobierno del estado a don Carlos Greene, Garrido tuvo que hacerse cargo del gobierno interino. Cinco meses de interinato de agosto de 1919 a enero de 1920 le bastaron para empezar a poner en práctica algunas de sus ideas: «Inició nuevos procedimientos en materia administrativa, dio los primeros pasos para integrar las Ligas Campesinas y las Agrupaciones Obreras y formó los primeros grupos juveniles identificados con la Revolución».



Entre tanto el país hervía en medio de la agitación revolucionaria. Se acercaban las elecciones para la presidencia de la República y la lucha política entre Carranza y Obregón iba adquiriendo matices cada vez más explosivos. Los obregonistas, encabezados por el entonces gobernador del estado de Sonora Adolfo de la Huerta, se rebelaron contra el gobierno de Carranza y promulgaron el Plan de Agua Prieta. «El Plan llamaba a la rebelión contra el gobierno para que, una vez derrocado éste, pudiera nombrarse un presidente provisional, que convocaría a elecciones de manera inmediata. Las primeras adhesiones al movimiento obregonista surgieron de Yucatán y Tabasco, de donde partió Garrido rumbo a Sonora para ofrecer su apoyo incondicional a don Alvaro Obregón, quien le confirió amplios poderes en toda la región del sureste.



Al triunfo del Plan de Agua Prieta, Garrido quedó a la cabeza del gobierno interino de Yucatán, mientras se convocaba a elecciones constitucionales. Trabajó entonces con empeño en favor de la candidatura del general Obregón para el período presidencial de 1920-1924. Garrido contó, pues, con la simpatía del candidato que, una vez en la presidencia, le ofreció todo su apoyo para convertirse en el hombre fuerte de Tabasco. En 1922 fue electo gobernador para el período 1923-1926. Empezaba la era garridista.



La Campaña Antirreligiosa



En 1928, siendo aún gobernador Ausencia Cruz comenzó, a instancias de Garrido, la campaña antirreligiosa. Se pretendía «desfanatizar» al pueblo. No sólo se combatió al clero como institución, sino que se intentó la erradicación total del dogmatismo religioso, «Garrido estaba empeñado en eliminar la religión. Declaró que .para ser libres, es necesario destruir las raíces del virus religioso. Y razonaba: ¿cómo es posible que una persona en su sano juicio pueda leer la historia sin llegar a la conclusión de que la religión y el alcohol han sido las maldiciones más grandes de la humanidad».



El objetivo, decía Garrido, era buscar la libertad. Sin embargo, se suprimiría injustamente esa libertad. Se inició la campaña: los templos fueron derribados, los sacerdotes expulsados, las imágenes incineradas, los hogares allanados por jóvenes garridistas con órdenes de incautar todos los objetos y símbolos religiosos (libros, imágenes, medallas, etc.).



Pero Garrido no se conformó con la desaparición física de los objetos exteriores de luto: quería erradicar el «fanatismo» y entronizar el «racionalismo» en las mentes de los tabasqueños. Organizó así asambleas «culturales» encaminadas a alejar al pueblo del dogmatismo religioso: se hacían discursos contra la religión, se leían poemas, se oía música o, simplemente se quemaban santos.



Erradicar las creencias religiosas se volvió una verdadera obsesión para Garrido. Se prohibió el uso de cruces sobre las tumbas; las fiestas religiosas fueron sustituidas por ferias regionales; se cambió la designación de todas las rancherías, pueblos, villas y ciudades que llevaran nombres religiosos y se les puso el nombre de héroes, maestros, libertadores regionales, artistas, sabios, etc.; se prohibieron todos los escritos que hicieran alguna referencia a Dios. A tales extremos de intolerancia y fanatismo irracional se llegó, en el intento de desterrar, precisamente, «fanatismo» e «irracionalidad».



En Tabasco, la población no opuso fuerte resistencia y las escasas manifestaciones de rebeldía fueron reprimidas. Puede decirse que el culto religioso desapareció en el estado durante la época garridista. Se creó así un vacío que, paulatinamente y en parte, se ha ido llenando por nuevos movimientos religiosos y diversas sectas derivadas de los evangelistas y protestantes, fundamentalmente de origen norteamericano.



La Campaña Antialcohólica



Otro de los propósitos de Garrido era eliminar todos los vicios, especialmente el alcoholismo. «Abstemio irreductible tanto en su vida pública como en su conducta privada, la embriaguez le inspiraba un recóndito sentimiento de repulsión, no solo por los estragos que causaba, sino porque durante su infancia de ranchero se le creó un complejo de aguda rebeldía, desde que viera, cómo los mayordomos de las fincas agrícolas envilecían a los peones con el tósigo del aguardiente, para prolongar la esclavitud a que los tenía condenados».



Se organizaron ligas antialcohólicas que trabajaban a nivel municipal. Garrido mandó quitar las puertas de las cantinas para avergonzar a los parroquianos, e hizo cambiar el mobiliario para que la estancia allí resultara lo más desagradable posible. Sin embargo, nada de eso dio resultado y recurrió entonces a medidas más severas: al cierre de los establecimientos expendedores, a la cancelación de los permisos de producción y a la sanción penal de los que no acataran la ley.



La reglamentación fue rígida y su ejecución inflexible. «La Ley Seca del 30 de abril de 1931, incluía sanciones para la importación, exportación, compra, venta, abastecimiento y elaboración de bebidas alcohólicas de cualquier forma o cantidad, fuera de la cerveza, que consistían en hasta seis años de prisión y una multa de 500 a 5,000 pesos. Cualquiera que fuera sorprendido bebiendo licor estaba sujeto a las mismas sanciones, cualquiera que se aventurara por las calles en estado de ebriedad, se exponía a pasar varios años en la cárcel o a pagar las elevadas multas decretadas por la ley».



Fin del Garridismo



En 1934, cuando el general Lázaro Cárdenas era presidente de la República, Tomás Garrido Canabal salió de Tabasco para hacerse cargo de la Secretaría de Agricultura; en ese momento, la situación política del país era tensa, pero Garrido no llegó solo; un grupo de jóvenes camisas rojas tabasqueños lo acompañaron a la capital de la República, donde se había organizado ya un grupo de antigarridistas, encabezados por Rodolfo Brito Foucher. Entre los dos grupos se desencadenaron violentas pugnas. “Los camisas rojas” tabasqueños organizaron una serie de mítines en la capital de la República.



A causa del rompimiento entre el Presidente Cárdenas y el General Calles, Tomás Garrido se vio obligado a renunciar a la Secretaría el 15 de junio de 1935 y regresó a Tabasco.



Los jóvenes britistas decidieron dirigirse entonces a Tabasco para rescatar el estado del garridismo; como consecuencia de esto, se suscitó un enfrentamiento armado del que resultaron más de 80 heridos, 10 jóvenes muertos, entre ellos Brito Foucher, César Pedrero Gutiérrez, Jovito Pérez, Juárez Merino y Pedro Priego. Al conocerse la noticia, se levantaron protestas en todo el país exigiendo el castigo de Garrido. Por este motivo fue exiliado de México el 11 de agosto de 1935, y se dirigió a Costa Rica, con lo que concluyó el garridismo en Tabasco y su influencia a nivel nacional. Regresó de nuevo en 1941 y murió en Estados Unidos de América el 8 de abril de 1943.





Demografía:

Dinámica poblacional

Gráfico que representa el crecimiento demográfico de Tabasco desde 1930.De acuerdo con el XII Censo General de Población y Vivienda 2000; llevado a cabo por el INEGI; el estado de Tabasco contaba con una población de 1 891 829 habitantes; de los cuales el 50.6% (957 314) son mujeres y el 49.4% restante (934 515) son hombres. Y según el Conteo Nacional de Población y Vivienda 2005, hasta este año, la población del estado es de 1 989 969 habitantes; de los cuales, el 50.9% son mujeres y el 49.1%, hombres. Ambas cifras representan aproximadamente el 1.9% del total nacional, y colocan a Tabasco en el vigésimo lugar nacional según su población.



En 1980, la población del estado ascendía a 1 062 961 habitantes; mientras que en 1990 era de 1 501 744 habitantes; finalmente, en 1995, la población aumentó a 1 748 769 habitantes; esto indica un crecimiento anual promedio del 3.3% en el período 1980-2000. El mayor crecimiento demográfico se dio a partir de la década de los 1960's, debido al crecimiento de la industria petrolera en la región y el desarrollo de grandes proyectos agrícolas, como el Plan Chontalpa.



La densidad de población del estado es de aproximadamente 81 habitantes por km². Villahermosa es la mayor aglomeración urbana, con una población de 520 308 habitantes en el 2005; pero la Chontalpa es la zona con la mayor densidad de población, con localidades importantes como Comalcalco, Cunduacán y Heroica Cárdenas, mientras que los municipios más densamente poblados son Comalcalco y el Centro, con más de 200 habitantes por kilómetro cuadrado. El oriente del estado es la región que presenta la menor densidad de población, la mayoría de los asentamientos de esa región se ubican sobre las márgenes del Usumacinta.





Indicadores sociodemográficos [editar]Existen 52 139 hablantes de alguna lengua indígena en el estado. De esta cifra, se sabe que el 0.5% de ellos no domina el español, mientras que el 96.6% sí lo hace; el 2.9% restante no está especificado. Las lenguas más importantes, según el número de hablantes en el estado, son el chontal de Tabasco (32 367 hablantes), el chol (11 125 h.) y el tzeltal (1 900 h.); el resto de las lenguas habladas en Tabasco no alcanza el millar de hablantes.



La tasa de natalidad es de 19.3 nacimientos por cada mil habitantes al año, ligeramente superior a la tasa nacional; colocándose Tabasco en el noveno lugar nacional en este rubro. La esperanza de vida en el estado es de 82.5 años, mientras que la tasa de mortalidad es de 4.0 muertes por millar al año, inferior a la tasa nacional; el estado se ubica en el 26o. lugar nacional en ambas categorías.



El alfabetismo en habitantes de más de 15 años es del 91.3%; en hombres asciende a 93.1% y en mujeres es de 89.6%. Tabasco ocupa el primer lugar nacional en cuanto a cobertura de la demanda de educación preescolar; con el 87.8% cubierto. El 87.6% de la población mayor de 15 años posee estudios posteriores a la escuela primaria, el 16.1% cuenta tan sólo con esta última; mientras que el 4.7% de la población no terminó la primaria o no ha recibido instrucción alguna (7.5% y 17.2% respectivamente).



El 70.4% de los tabasqueños es católico; esto es, aproximadamente 1 172 469 habitantes; mientras que el 13.6%, o 226 683 habitantes, son protestantes. El 5.0% profesa alguna religión bíblica no evangélica.



En 1980, la población total del estado de Tabasco era de 1,169,179 habitantes, de los cuales 587,332 (51 %) eran hombres y 582,447 (49 %) mujeres.



En 1990, la población ascendió a 1,501,744 habitantes, siendo 749,982(49.95 %) hombres y 751,762 (50.05 %) mujeres, y en el 2000 la población absoluta llegó a 1,891,829 habitantes, siendo 934,515 hombres y 957,314 mujeres:





Principales ciudades:

Villahermosa

Emiliano Zapata

Jalpa de Méndez

Cárdenas

Comalcalco

Huimanguillo

Macuspana

Tenosique

Paraíso

Balancán

Teapa

((Jalapa))



Economía de Tabasco:



En 2004, la población económicamente activa de Tabasco ascendía a 818 143 individuos, de los que el 70.33% (575 418), son hombres y el 29.69% (242 725), mujeres.



Según cifras del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática; en 2003, Tabasco tuvo un Producto Interno Bruto de cerca de 77.5 mil millones de pesos (mdp); lo cual representa el 1.24% del total nacional. El PIB per cápita del estado es de aproximadamente $40 797.36 anuales o $3 400.00 mensuales.



La actividad económica que más aporta al producto interno bruto del estado es el sector de servicios, seguido por el comercio, entre ambos generan más del 60% del PIB estatal. Otra actividad importante es la extracción de petróleo, pues Tabasco es el segundo productor nacional de petróleo crudo, después de Campeche.





Actividades Primarias: En total, en 2003, el sector primario produjo en Tabasco 3.7 mil mdp, que representan aproximadamente el 4.8% del total estatal; esto engloba los sectores agrícola, ganadero, silvícola y pesquero y piscícola. El estado también captó 9.5 mil mdp (12.26% del total) por concepto de extracción de petróleo y otras actividades mineras.



Los principales productos agrícolas son: plátano, caña de azúcar, cacao, arroz, maíz y otros cultivos frutales.





Actividades Secundarias: La industria manufacturera aportó 4.2 mil mdp (5.42% del total) en 2003; esto engloba los sectores de alimentos procesados, textil, papelero, petroquímico, entre otros. Las industrias de la construcción y la generación de energía produjeron, en conjunto, 7.4 mil mdp, aportando el 9.55% del PIB estatal.





Actividades terciarias: En conjunto, el sector terciario constituye el principal motor de la economía tabasqueña; aportando un total de 53.2 mil mdp o el 68.64% del PIB estatal. Las principales actividades están comprendidas en las ramas de servicios personales, bancarios y financieros, comunicaciones y transporte y comercio.





Política: El nombre oficial de Tabasco es Estado Libre y Soberano de Tabasco y constituye una de las 31 entidades federativas de los Estados Unidos Mexicanos.





Gobernantes de Tabasco:



La Constitución Política de Tabasco establece la forma de gobierno republicana, representativa y popular; dividiendo el poder público en tres: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Establece también que no podrán reunirse dos o más poderes en una sola persona ni el poder legislativo depositarse en un solo individuo.



El Poder Ejecutivo se deposita, por voto popular directo, en un ciudadano que se denomina Gobernador del Estado Libre y Soberano de Tabasco; actualmente, este cargo lo ocupa el Q.F.B. Andrés Granier Melo.



El Poder Legislativo está formado por un Congreso unicameral, integrado por representantes populares electos cada tres años mediante votación popular directa.



El Poder Judicial se deposita en un Tribunal Superior de Justicia, en Juzgados de Primera Instancia y Juzgados Menores; el Tribunal Superior se compone de 10 Magistrados Numerarios y un número indeterminado de Supernumerarios dictado por la necesidad. Los Numerarios son designados por el Gobernador del estado y los Supernumerarios, por el pleno del Tribunal.





Municipios de Tabasco



División política de TabascoLa base de la división territorial, de la administración pública y de la organización política estatales es el Municipio Libre, administrado por un Ayuntamiento de elección popular, cuyo primer regidor es el Alcalde o Presidente Municipal; radicando éste en la Cabecera Municipal, localidad que también alberga a los síndicos y regidores del cabildo municipal, un secretario, un tesorero y varios servidores públicos más; con una duración en el cargo de 3 años.



Según la Constitución Política de Tabasco, el estado se integra por 17 municipios, repartidos en dos regiones mayores y cinco subregiones según sus características geográficas. En términos de superficie, Huimanguillo es el municipio más grande y Paraíso, el más pequeño; mientras que según su población, el municipio más grande es Centro y el menos poblado es Emiliano Zapata.



1 Balancán | 2 Cárdenas | 3 Centla | 4 Centro | 5 Comalcalco | 6 Cunduacán | 7 Emiliano Zapata | 8 Huimanguillo | 9 Jalapa |

10 Jalpa de Méndez | 11 Jonuta | 12 Macuspana | 13 Nacajuca | 14 Paraíso | 15 Tacotalpa | 16 Teapa | 17 Tenosique





Cultura de Tabasco:



La vida cultural tabasqueña no destaca a nivel nacional, mientras que su producción artística es pequeña comparada con la de estados que han logrado consolidarse en este rubro, como el Distrito Federal, Jalisco, Veracruz y Nuevo León. Sin embargo, Tabasco cuenta con una gran variedad de manifestaciones culturales de interés y su producción artística ha recibido reciente atención por parte de las instancias gubernamentales.





Festividades:



La fiesta más importante del estado es la Feria Tabasco, que se realiza entre los meses de abril y mayo; cuyos antecedentes datan de 1880 y fue instituida en 1928 por el ex gobernador Tomás Garrido Canabal. Esta festividad es de tipo comercial, artístico e industrial.



Desde 1953 se realiza también, en conjunto con las exposiciones, el Baile de Embajadoras; en el cual 17 muchachas(las embajadoras) representan a sendos municipios en una competencia por el título de La Flor de Oro del estado. Durante la competencia, se celebra un desfile de carros alegóricos por las calles de Villahermosa, cada carro se adorna con motivos alusivos a los municipios y en ellos, las embajadoras pasean por la ciudad ataviadas con trajes típicos. Lo mismo sucede sobre las aguas del Grijalva, donde se realiza el desfile de balsas alegóricas igualmente adornadas frente al malecón de Villahermosa.



En 2003 se instituyó el Festival Cultural Ceiba, que tiene como propósito la difusión de la cultura y las Bellas Artes dentro del estado, así como la promoción de la producción artística local hacia el resto del país.





Indumentaria típica:



El Traje Regional Femenino consta de una blusa o camisa blanca de cuello cuadrado, lleva en el cuello y las mangas una tira bordada en punto de lomillo con motivos florales o animales en colores alegres sobre fondo oscuro. La falda es amplia y terminada en olán muy plegado; adornada con motivos florales, en pie de falda se destacan o notan cuatro cintas de colores (rojo, verde, amarillo y azul) cuyo significado hace tributo a las cuatro regiones que dividen al estado; azul: region de los rios, amarillo: region de la chontalpa, verde: region de la sierra, y rojo: region centro. Se usan, como accesorios del vestuario, un pañuelo rojo colgado de la cintura; un rebozo de color vivo en combinación con el de la falda; zapatos negros, cerrados, de tacón bajo. El peinado es recogido hacia atrás en un moño adornado por un lado con una flor de tulipán y por el otro, con cuatro peinetas de colores.



El Traje Regional Masculino es sencillo, se compone de camisa y calzón blancos, botines y cinturón negros y un sombrero chontal, de paja con cuatro picos. Lleva un pañuelo o paliacate rojo al cuello. Adicionalmente, se incluyen un morral, un machete al cinto y una cantimplora (o bush)llena de pulque; los cuales se utilizan en las faenas diarias en el campo.





Gastronomía:



La cocina tabasqueña se caracteriza por la utilización de ingredientes y especies propios del estado y que son difíciles de encontrar en las mesas de otros estados del país, incluso en las regiones colindantes. En el acervo culinario tabasqueño destacan recetas como las de tortuga en sangre, tortuga en verde, iguana al chirmol, pejelagarto asado, tamales de chipilín y la bebida popular más conocida: el pozol, hecho a base de masa de maíz y cacao; el cual es, a pesar de ser una bebida, la base de la alimentación de los tabasqueños.



Al emblemático pejelagarto se le unen otras especies locales, como la hicotea y el pochitoque, ambas tortugas; el armadillo y la iguana; cada uno de los cuales sirve para preparar un platillo típico. Del mismo modo, se añaden al maíz, frijol y cacao, omnipresentes en la gastronomía mexicana, ingredientes como el chipilín (una hoja que se utiliza en la preparación de tamales), el achiote (una pasta roja que sirve como colorante) y una gran variedad de chiles y frutas en general. Los platillos de las zonas costeras presentan también gran variedad de pescados y mariscos, como el robalo, el huachinango, la mojarra, la jaiba, el ostión y el camarón.



Entre las influencias externas que ha recibido la cocina tabasqueña, se enlistan las de los estados vecinos Campeche, Veracruz y Chiapas, así como la cocina yucateca, que ha introducido platos como la cochinita pibil, los panuchos y los salbutes y condimentos como el achiote y el chirmol. De Campeche provienen varios guisados de mariscos, como las empanadas de jaiba y de cazón; de Chiapas pueden distinguirse varios tipos de tamales y Veracruz ha aportado un gran número de recetas de pescado.





Prensa y medios



Los medios de comunicación en el estado difunden la información política,social, deportiva, cultural y relativa al medio ambiente que acontece en la entidad.





Televisión Tabasqueña (TVT): Antes Comisión de Radio y Televisión de Tabasco (CORAT), es la cadena de televisión dependiente del gobierno estatal que realiza la mayor producción televisiva local. Tiene una pequeña participación comercial de tipo "iniciativa privada" que ha logrado su crecimiento los últimos años.



Diarios con cobertura estatal:



La Verdad del Sureste.

Diario Presente.

Tabasco Hoy.



Tabasqueños Ilustres:



Lino Merino Marcín.

Gregorio Méndez Magaña.

Félix Fulgencio Palavicini.

Manuel Mestre Ghigliazza.

Joaquín Casasús.

Francisco Javier Santamaría

Samuel Jerónimo García



Políticos:



Lenin González Alejandro.

José María Pino Suárez.

Carlos Alberto Madrazo Becerra.

Tomás Garrido Canabal.

Andrés Manuel López Obrador



Artistas:



]Esperanza Iris.

Carlos Pellicer Cámara.

José Gorostiza.

Ventura Marín Azcuaga



Bibliografía:



CHÁVEZ Lomelí, Miguel O. / "Ecología de Tabasco" / Instituto Nacional para la Educación de los Adultos / México, 1999 / 1a. Edición.

GARCÍA Payró, Olinda / "Historia y Geografía de Tabasco" / Editorial Santillana / México, 1996.

INEGI / "XII Censo Nacional de Población y Vivienda 2000" / Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática / México, 2000.

Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos / "Tabasco" / Secretaría de Educación Pública / México, 1997.

GIL y Sáenz Manuel / "Compendio histórico, geográfico y estadístico de Tabasco" / Gobierno del Estado de Tabasco / México, 1979
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2017-03-06 08:56:36 UTC
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En el territorio de lo que hoy son los estados de Tabasco y Veracruz, floreció la cultura Olmeca; considerada la "madre" de la civilización mesoamericana. Surgió hacia el 1500 adC, cuando pequeños grupos de agricultores se asentaron en las costas veracruzanas y tabasqueñas del Golfo de México, desarrollaron un calendario y un sistema de numeración, los cuales sentaron la base para el posterior desarrollo del calendario maya.



Los olmecas desarrollaron un estilo artístico que se distingue por la monumentalidad y la representación de personajes religioso-militares con rasgos ligeramente deformes, como la nariz ancha y achatada, los ojos oblicuos y ligeramente rasgados, y la boca gruesa y curveada hacia abajo. También se caracterizaron por el culto al jaguar, que aparece con frecuencia en representaciones de dioses y de figuras humanas con rasgos ligeramente felinos.



Algunos académicos aseguran que las representaciones olmecas de figuras humanas evidencian una civilización afro-mexicana. El estilo escultórico de las cabezas colosales, del cabello, armaduras y joyería, es extremadamente similar a los estilos pertenecientes a civilizaciones encontradas en el oeste de África y cerca de Egipto.



La cultura olmeca alcanzó su apogeo a partir del 1000 adC, teniendo como centro cívico, cultural y religioso a la ciudad de La Venta, ubicada en un islote de 5km², rodeado de pantanos, en el municipio tabasqueño de Huimanguillo, a 120km de la capital. En esta ciudad se encuentra la que está considerada como la pirámide más antigua del nuevo mundo, la Pirámide Principal; en La Venta también se encontraron algunas cabezas colosales, características de esta cultura. La Venta posiblemente sustituyó a San Lorenzo como principal asentamiento en la región y declinó hacia 400 adC. y estan locos



Otros sitios importantes de esta cultura se hallan en Veracruz, San Lorenzo y Tres Zapotes son los más relevantes. La decadencia de la cultura Olmeca comenzó hacia el 600 adC, desapareciendo completamente hacia el 100 adC; sin embargo, legaron a las culturas posteriores, mayas y zoques; la construcción de pirámides, el calendario, la numeración y el cero, la escultura monumental y la talla en piedra, jade y cristal de roca. y ahora en día las piedras selavan con sepillos de dientes





Los Mayas [editar]Artículo principal: Antiguos mayas



Zona Arqueológica de ComalcalcoPosteriormente a los olmecas, en Tabasco se asentaron también grupos mayas y zoques; entre los asentamientos mayas encontrados, destacan las ruinas de la Zona Arqueológica de Comalcalco, en el municipio del mismo nombre; una necrópolis del período clásico maya (del siglo I a.C. al IX d.C) construida con ladrillos y estuco de concha de ostión. Este sitio está considerado como el más occidental de la cultura maya, ubicado aproximadamente a 60km al noreste de la ciudad de Villahermosa. La ciudad se desarrolló entre los años 700 y 900 de nuestra era.



En el municipio de Tenosique se encuentra la Zona Arqueológica de Pomoná; otra ciudad ceremonial maya, construida sobre colinas en la margen izquierda del Usumacinta y dividida en seis conjuntos arquitectónicos. Este sitio fue descubierto en 1959 por un grupo de campesinos durante una inspección de las tierras para uso agrícola; data del período clásico, alcanzando su máximo esplendor en el clásico tardío para finalmente decaer en el período posclásico temprano.



La Zona arqueológica de Reforma es un sitio de menor importancia; localizado en el municipio de Balancán. La zona no ha sido explorada en su totalidad y se conoce muy poco sobre su desarrollo, salvo que ya existía hacia el año 633. Pertenece al grupo de ciudades de la cuenca del Usumacinta, al igual que Palenque, Bonampak y Pomoná.



Como la piedra escasea en Tabasco, los mayas de esta zona se consideran como el primer pueblo de América que utilizó ladrillos de barro cocido. Las ciudades mayas de Tabasco mantuvieron importantes nexos con centros importantes del mundo maya, como Palenque, Tikal y Uxmal.





La conquista y la colonia [editar]El primer español que descubrió la región que hoy comprende el estado de Tabasco, fue el conquistador Juan de Grijalva, quien el 8 de junio de 1518 arribó a la desembocadura de un gran río; la tripulación llamó a éste, río Grijalva, en honor a su capitán. A partir de esta primera expedición; se envió, desde Cuba, una segunda expedición, al mando del conquistador Hernán Cortés; la cual se introdujo por la desembocadura del Grijalva en tierras del señorío chontal de Acalán.



Cortés arribó a Tabasco el 12 de marzo de 1519 y después de derrotar en una cruenta batalla conocida como la "Batalla de Centla", a los naturales del pueblo de Potonchán, fundó el 25 de marzo la Villa de Santa María de la Victoria; que sería la primer población española en territorio continental de América; cerca de la actual ciudad de Frontera en el municipio de Centla. Ese mismo día, el presbítero Fray Bartolomé de Olmedo ofició la primer misa cristiana del continente.



Como tributo a los vencedores, los naturales obsequiaron a Cortés 20 mujeres y otras prendas, entre las cuales estaba Malintzin Tenépal, la Malinche; quien fue pieza clave en la conquista del imperio Azteca al servir de intérprete, primero traduciendo del náhuatl al maya y después directamente al castellano. Fue también en tierras tabasqueñas donde Cortés mandó ejecutar al último Tlatoani de Tenochtitlan, Cuauhtémoc.



En 1525 Juan de Vallecillo se convierte en el primer gobernador de la naciente provincia de Tabasco, pero fracasa en lograr su pacificación. Un año más tarde, Baltasar Osorio fracasa en la misma empresa.



En 1529 Francisco de Montejo es nombrado gobernador de la Provincia de Tabasco, quien es encargado de su pacificación y desde aquí inicia la conquista de Yucatán; una vez que lo consigue, nombra a su hijo Francisco de Montejo, el Mozo Alcalde Mayor de la provincia de Tabasco; éste introduce el primer ganado bovino de la región.



Pese a ser la primer posesión de la corona española en México, los conquistadores tardaron más de 40 años en pacificar la provincia debido a la férrea resistencia de los aborígenes. Una vez lograda la paz, Tabasco es anexado a la Capitanía de Yucatán. Abandonado por las autoridades de la corona, la provincia de Tabasco durante más de 100 años, es azotada por los piratas quienes destruyen las principales poblaciones. Hasta que en 1717 las fuerzas tabasqueñas al mando de Juan de Amestoy derrotan y expulsan a los piratas de la isla de Tris y fundan la villa de Nuestra Señora del Carmen. La provincia pasó en el más completo abandono los 302 años de dominio español, hasta la independencia en 1821.





México Independiente [editar]El 8 de septiembre de 1821; por mandato de Antonio López de Santa Anna, se proclamó en Tabasco la Independencia de la Corona Española y el Plan de Iguala; el capitán Juan Nepomuceno Fernández Mantecón encabezó esta misión y fue posteriormente nombrado como el primer gobernador de la provincia, aunque fue acusado de varios delitos y sustituido por don Manuel María Leyton en 1822; a quien siguió el coronel José Antonio Rincón hasta 1823.



Lo anterior ocurrió durante el Primer Imperio Mexicano. No fue sino hasta la proclamación de la Constitución Mexicana de 1824, que se puede hablar de Tabasco como un Estado integrante de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente, cuando el 3 de mayo de 1824 se erige el primer congreso del estado libre, independiente y soberano de Tabasco, y desde ese año, el estado decide, oficialmente, formar parte de la República.





1821 - Proclamación de Independencia [editar]Habían transcurrido tres siglos de sujeción a la Corona Española y Tabasco, seguía arrinconado en su melancólica existencia, cuando en septiembre de 1810 estalló, muy lejos del Sureste, en Dolores, Guanajuato la lucha que habría de culminar, 11 años más tarde, con la declaración de Independencia. La marginación geográfica y de toda índole explica la tardanza con que aquí repercutió la demanda libertaria.



Hubieron de pasar cuatro años para que don José María Jiménez profiriera el grito de insurrección en Tabasco; no obstante, su iniciativa no encontró suficiente eco y don José María fue condenado a prisión. Entretanto, el 24 de mayo de 1815, se levantaron actas de adhesión a la Corona Española.



La violencia se recrudecía por otros rumbos y los españoles perdían terreno paulatinamente hasta que, en 1821 México obtuvo su independencia política con respecto a la Corona Española.



Ese mismo año, el coronel Antonio López de Santa Anna envió a Tabasco una expedición, encabezada por el capitán Juan Nepomuceno Fernández Mantecón, quien traía el encargo de proclamar la Independencia y jurar el Plan de Iguala: lo que se produjo el 8 de septiembre de 1821.





Iturbide y la República [editar]A partir del memorable 8 de septiembre de 1821, cuando se prestó juramento al Plan de Iguala, Tabasco quedó incorporado al México independiente. El primer gobernador fue don Juan N. Fernández, quien no permaneció mucho tiempo en su puesto ya que fue acusado de varios delitos, enjuiciado y destituido de su investidura. Lo sustituyó don Manuel María Leyton en 1822. Poco después se conoció la noticia de que Agustín de Iturbide se había proclamado emperador. Tomó entonces posesión de la gubernatura tabasqueña el coronel José Antonio Rincón, quien permaneció en su cargo hasta 1823 cuando, Antonio López de Santa Anna instituyó la República.



México había comenzado su vida independiente con un intento fallido de monarquía y no pudo hablarse de Tabasco como Estado sino hasta la instauración de la República Federal, más propiamente, hasta que se asentó en la Constitución de 1824 que el territorio tabasqueño formaba parte de la República. Ese mismo año se estableció la primera legislatura local y ésta misma eligió a don Agustín Ruiz de la Peña como gobernador interino. El 5 de febrero de 1825 se publicó la primera Constitución Política del Estado, la cual constaba de 11 capítulos y de 224 artículos, en ese año llegó la primera imprenta a Tabasco.



Los primeros pasos del naciente estado no podían ser sencillos. A los conflictos políticos que debió afrontar como consecuencia del movimiento independentista se añadieron los problemas económicos que el territorio arrastraba desde la época colonial. Aunado a esto hubo que hacer frente a dos epidemias de cólera, probablemente las más graves de que se tenga antecedente en la región.





Centralistas y Federalistas [editar]La inestabilidad que caracterizó a aquella época, tenía que repercutir con turbulencia en una región hasta entonces tan precariamente organizada. Al principio, como en todo comienzo, la situación se presentó desordenada pero hacia 1829 empezó a aclararse. Hay que recordar que en aquel año Vicente Guerrero, Presidente de la República, aplastó el intento español de reconquistar a México a través del general Isidro Barradas, quien invadió al país por el puerto de Tampico. El que impidió directamente que la reconquista se llevara a cabo fue Santa Anna quien, por ese hecho, se volvió un héroe nacional.



Pero, un año más tarde, el Vicepresidente Anastasio Bustamante ocupaba el poder y durante su gestión es arteramente asesinado don Vicente Guerrero, acto que volvió a complicar, ciertamente, todo el panorama.



En Tabasco actuaban dos bandos: uno, encabezado por Ruiz de la Peña quien apoyaba a los federalistas y otro por Marcelino Margalli, favorecía a los centralistas. Esa pugna local era un reflejo de la lucha a veces sorda, a veces desembozada que federalistas y centralistas libraban en el país y que sólo comenzaría a resolverse, en definitiva, a partir del triunfo de la Revolución de Ayutla a mediados de siglo.



En Yucatán y Campeche sucedía algo similar. El día 6 de noviembre de 1829 los militares de Campeche se sublevaron contra la Federación y proclamaron la República Centralista. La repercusión no se hizo esperar: quince días después un grupo de tabasqueños se unió a ese movimiento rebelde y levantaron un acta de 9 artículos en donde declaraban que en Tabasco se adoptaría el sistema centralista.



En la capital de la República la situación era tensa, inquietante: Anastasio Bustamante (1830- 1832) hacía esfuerzos por estabilizar la situación política y la vida económica del país. Si el federalismo había triunfado en 1824, lo había hecho a costa del compromiso con los fueros y privilegios que reclamaban la iglesia y el ejército. La paz, en consecuencia, era frágil. En 1832, algunos militares liberales acuciados por el recuerdo de Guerrero, se levantaron contra el gobierno de Bustamante. En Tabasco ocupaba la gubernatura del estado José Rovirosa quien, al conocer los hechos, juro lealtad al presidente Bustamante pero el gobernador Rovirosa falleció ese mismo año y fue sustituido por Manuel Buelta.



Una de las primeras acciones que Buelta dio en su calidad de gobernador fue sancionar el decreto que otorgaba a Antonio Lopez de Santa Anna el título de Libertador de la Patria y de las Instituciones Federales, en recuerdo de la derrota que causo a Barradas. Corría el año de 1833, infortunado por muchos motivos, entre otros por aquella epidemia de cólera que diezmó a la población mexicana y que alcanzó a Tabasco causando gravísimos estragos entre sus habitantes, que aún no encontraban la estabilidad política en su territorio.



Mientras esto sucedía en Tabasco, en el resto de la república la lucha de los centralistas contra los federalistas seguía en plena efervescencia. El estado de Veracruz se pronunciaba por el centralismo y el de Zacatecas por el federalismo. A fin de cuentas, resultó victorioso el bando centralista: en 1836 se promulgó la Constitución Centralista, conocida también como las Siete Leyes.



Pero los liberales tabasqueños no estaban de acuerdo y decidieron rebelarse contra el centralismo encabezados por don Fernando Nicolás Maldonado.



La resistencia fue dura y finalmente, los federalistas tabasqueños fueron temporalmente derrotados.



En 1841, los poderes creados por la Constitución de 1836 fueron declarados nulos y tomó posesión de la presidencia el general López de Santa Anna. Durante los años siguientes Santa Anna gobernó sin Constitución y no fue sino hasta 1843 cuando se decretó una nueva carta: las Bases de Organización Política de la República Mexicana, o Bases Orgánicas de 1843, que intentaron ganarse al clero y al ejército con fueros y privilegios y otorgar el poder, simple y llanamente, al partido conservador.



En términos muy generales, ésta era la situación que preva!ecía en la república; naturalmente, el descontento seguía creciendo y los federalistas no cejaban en sus intentos por recobrar el poder. Finalmente, en 1846 lo obtuvieron de nueva cuenta encabezados por don Valentín Gómez Farías en la vicepresidencia de la república.



Pero se avecinaba un acontecimiento trágico para la nación: la guerra con los Estados Unidos de Norteamérica. Los federalistas se vieron forzados recurrir al hombre fuerte para que intentara organizar la defensa del país, aunque ahora, con base en la Constitución de 1824





La Intervención en Tabasco [editar]Desde los primeros días del año de 1863, comenzaron a circular noticias alarmantes a propósito de algunos triunfos de las fuerzas imperialistas y, sobre todo, rumores insistentes sobre una próxima invasión extranjera en Tabasco. Unos y otros se confirmaron: el 18 de junio de 1863 llegaron a aguas tabasqueñas el vapor «Conservador» y el «Guaraguao», que traían ochenta hombres de Laguna del Carmen, Campeche, al mando de Eduardo Gonzalo Arévalo, de origen español; como los laguneros traían como parte de su uniforme un chaquetín rojo se les llamó los «colorados».



Ahora bien, los colorados después de bombardear de las cuatro de la tarde, a las ocho de la noche la capital, desembarcaron mientras el gobernador Dueñas se retiró con su escasa guarnición hacia Atasta y Tamulté, rumbo a la Chontalpa, donde pensaba hacerse de gente y armas para defender la integridad del territorio tabasqueño.



El comandante Don Pedro Méndez, desde su cuartel general de Cunduacán, dirigió el 22 de junio una proclama a los chontalpecos comunicandoles los recientes y graves acontecimientos. La ciudad capital había sido invadida y ocupada por quienes «han renegado de todo principio de justicia»; en consecuencia, lejos de infundir desaliento el hecho debía embravecer a los tabasqueños quienes deberían demandar satisfacción por «la dignidad ultrajada».



Para el 9 de julio se llevo a cabo una entrevista entre el invasor Arévalo y Victorio Dueñas al pie de la famosa ceiba de Atasta, que aceptó el intercambio de algunas frases altaneras de Arévalo y otras dignas del gobernador Dueñas, no llegaron a ningún resultado concreto: la ciudad siguió ocupada.



Dueñas, para evitar la destrucción de San Juan Bautista, resolvió marchar rumbo a la Sierra con el batallón Juárez y que las demás tropas se concentraran en el cuartel general de Cunduacán para emprender nueva campaña.



Es en este momento cuando Manuel Sánchez Mármol director intelectual del movimiento republicano de Tabasco funda El Aguila Azteca y, más tarde, con la colaboración de Erasmo Presenda, Arcadio Zentella, Santiago Cruces y Desiderio Germán Rosado, publica .El Disidente., periódico liberal que criticaba duramente al imperio y cuyos ejemplares «amanecían regados por las calles de Cunduacán que sigilosamente hacían salir de los tupidos cacaotales de la finca La candelaria, propiedad del señor Presenda.»





La Batalla de El Jahuactal [editar]Los tabasqueños se aprestaban a llevar a cabo una lucha que, al parecer, no sería fácil ni breve. El 6 de octubre de 1863, Andrés Sánchez Magallanes se levanta en armas, entre otras consideraciones, porque es «muy necesario y muy preciso defender el territorio nacional, libertad e independencia que nos legaron los inmortales Hidalgo y Morelos en la proclamación y protesta que hicieron en el año de 1810», Sánchez Magallanes desconocía a Arévalo y a las demás autoridades de él emanadas; excitaba al vecindario de Huimanguillo así como al de Los Naranjos y Otra Banda del Grijalva, «para que se únan a nosotros y nos ayuden a sacudir las, cadenas de los opresores» y .recorran los pueblos de Comalcalco, Jalpa, Nacajuca y Cunduacán, para que reconozcan el sistema constitucional tal como es en realidad.



El día 8 de octubre Gregorio Méndez que no sabía del alzamiento de Sánchez Magallanes en Cárdenas comienza su lucha contra el ejército invasor. Fue auxiliado entonces por los comalcalquenses Regino Hernández, Mamerto González, Bernabé Fuentes y Crescencio Rosaldo.



Mientras Méndez, pretextando presentarse ante Arévalo, marcho hacia Jalpa con el ánimo de apoderarse de cuarenta fusiles que existían allí en depósito, lo cual logró satisfactoriamente, Regino Hernández cae sobre el cuartel de Comalcalco haciendo huir al jefe imperialista Manuel Romanco y apoderándose de los pertrechos militares existentes. Es entonces cuando se procede a levantar el acta insurreccional.



Enterado Arévalo del asalto al cuartel de Comalcalco, el 10 de octubre al mando de una columna mixta de infantería y caballería trató de sorprender, no sin éxito, a los insurrectos. Dijo, honradamente, Gregorio Méndez: «Los guardias nacionales de mi mando, aun no acostumbrados a los hábitos de campaña y a pesar de haber sido envueltos por las fuerzas de Arévalo que atacarona la población por tres puntos simultáneos, no abandonaron el campo sino después de haber cambiado algunas descargas con aquellos, dispersándose por los bosques circunvecinos».



El texto anterior expresa la sensibilidad política de Gregorio Méndez y su capacidad estratégica.



Estando en guerra podía haber optado por tomar lo que necesitaba de donde lo había. No procede así: acata leyes y respeta propiedades; marca diferencias entre patriota e invasor. Quiere el respeto de su gente, sustento de toda autoridad: la autoridad moral. Por ello, no desea todavía nuevos encuentros: se lucha cuando se puede ganar y se gana con recursos y con organización.



Hace creer al enemigo que está aquí y allá, en varios sitios a la vez: los desorienta, mientras se dirige realmente a Cárdenas a donde llega el 16, se le unen contingentes de Huimanguillo, Comalcalco y de la banda derecha del Mezcalapa: poco más de doscientos hombres. Por aquel tiempo recibió la magnífica noticia de la Sierra, según la cual Lino Merino, los hermanos Castillo, los Bastar, Pérez Andrade y algunos más se han insurreccionado contra el gobierno imperialista y lo reconocen a él como jefe de los republicanos de la Chontalpa. Se dirige luego a Comalcalco no sin prudencia: primero, acampa la noche del 16 en la segura hacienda de Manuel Cupido un punto intermedio entre Cárdenas y Huimanguillo para poder contar, en caso de necesidad, con los recursos que las dos poblaciones podían darle. Continúa, luego, el 22 su marcha. De lograr su objetivo el estado físico y moral de los patriotas mejoraría notablemente, llega a Comalcalco el 23 en la noche y se le recibe con entusiasmo.



El 24 se integraron personas de Paraíso, Comalcalco y de San Juan Bautista. Procede, después, a organizar sus fuerzas: «Todas las secciones reza la orden general del 24 al 25 de octubre de 1863 se conservarán en sus respectivos cuarteles en la mejor disposición de ataque, y a nadie se le permitirá separarse de ella desde la oración de la noche, lo que se recomienda con especialidad a los señores oficiales». Ocupa cuatro días del 25 al 28 en disciplinar al máximo a sus tropas que, ya para entonces, ascendían a 350 hombres modestísimamente pertrechados: «Aunque carecía yo de los elementos materiales necesarios a abrir la campaña sobre el enemigo, temerosos de que la insurreción enervase la energía de mis nacionales, resolví tomar la iniciativa, encomendándolo todo al patriotismo.»



Marcha resuelto hacia Cunduacán a donde llega el 29 a mediodía: San Juan Bautista, la capital, estaba solo a ocho leguas del alcance de las armas republicanas. Recorre entonces, en compañía del teniente coronel Sánchez Magallanes, las inmediaciones de Cunduacán reconociendo el terreno. Gira instrucciones para mantener guarecida a la población y se apresta al combate dando ánimos a sus soldados. El 1º de Noviembre recibe informes de que Arévalo merodea, a poca distancia, con fuerzas de infantería, caballería y artillería: «Conciliando con lo inexperto de nuestras tropas, nuestra falta de municiones, nos resolvimos por librar el combate en emboscadas, las cuales se formarían en el lugar denominado El Jahuactal, a la salida de la población camino de San Juán Bautista.»



Empezado el combate, brota lo imprevisto y los planes, madurados la víspera, han de transformarse sobre la marcha. Un sargento de Huimanguillo se adelanta, descubre posiciones, y el enemigo percibe la celada y se defiende: cañonea a diestra y siniestra. Vuelve a hacerse presente el temerario sargento, Jacinto López, quien machete en mano se lanza sobre el cañón y con su vida obtiene para las fuerzas republicanas el arma que decidiera la victoria. Aquello fue el principio del fin: «El enemigo había cometido la torpeza de hacer marchar su parque por la izquierda y a la orilla del bosque; apercibido de ello el intrépido Hernández, carga sobre la escolta guardaparque, poniéndola en fuga, y sin dar tiempo al enemigo se apodera de una caja de cartuchos, municiona su valiente compañía y rompe a pecho descubierto un vivísimo fuego sobre las columnas enemigas que, poseídas del pánico, se encomendaron a la fuga «.



La primera y definitiva batalla, fue la de El Jahuactal., había sido ganada por las armas republicanas tabasqueñas. Con las armas cobradas como botín de guerra y la confianza que da siempre el triunfo se templó y consolidó el contingente de Gregorio Méndez: la prudencia y audacia del valeroso jefe, aunadas a su sentido de la organización hicieron el resto.



Desde el momento en que los imperialistas fueron expulsados de Tabasco, la situación parecía mantenerse estable. Gregorio Méndez se encontraba al frente del gobierno cuando se tuvo noticia de que el 28 de febrero de 1865 el Ejército Republicano de Oriente, a cuya cabeza se encontraba don Porfirio Díaz, había caído en poder de los imperialistas. La reacción de los tabasqueños fue inmediata: unidos a los ejércitos de Veracruz, Chiapas y Oaxaca reorganizaron el Ejército de Oriente, se aprestaron a combatir a los intrusos y a partir de ese momento las batallas se reiniciaron.



Los liberales, que mantenían su lucha para defender la independencia de nuestro país, tuvieron éxito cuando en 1866, el rey de Francia creyendo que el Imperio de Maximiliano se hallaba ya consolidado, decidió retirarles su apoyo económico y militar de suerte que los imperialistas, privados de tal protección, fueron vencidos finalmente por las tropas liberales en junio de 1867. Maximiliano fue fusilado en Querétaro y con su muerte, concluyó un triste capítulo de la historia mexicana.



Tabasco en la época de la Reforma





Gobierno de Benito Juárez (1867 - 1872) [editar]Una vez que los liberales lograron derrotar a los imperialistas don Benito Juárez, que se encontraba en San Luis Potosí, decidió regresar a la ciudad de México y restablecer allí su gobierno. En el mes de septiembre se convocó a elecciones para decidir quién sería el primer mandatario de la nación en los años venideros.



El resultado fue la reelección de Benito Juárez. «El primero y principal propósito de los liberales en el poder fue aplicar la Constitución. Antes que nada y sobre todo se quería el federalismo, la separación y el equilibrio de los tres poderes, la participación popular en la vida pública mediante el voto, y la puesta en uso de los derechos civiles. Para todo eso un requisito concomitante era pacificar la República y sustituir con el diálogo los modos violentos de dirimir diferencias. Se proclamó un respeto mayor al derecho ajeno y uno menor al derecho propio».



Mientras tanto en Tabasco se convocó, según lo establecía la Constitución, a elecciones para la gobernatura. El voto popular favoreció a don Felipe de Jesús Serra, quien tomó posesión de su cargo el 1º de enero de 1868.





Época Porfirista [editar]La «paz porfiriana» llegó también a Tabasco y con ella, el momento de sacar al estado del aislamiento en que había permanecido sumergido durante los tres siglos de la Colonia y los primeros años de vida independiente. Durante los 33 años que el general Díaz presidió el gobierno de la República, el estado empezó a cimentar las bases sobre las cuales, aunque paulatinamente, habría de ir superando aquella precaria situación.



Libres ya de convulsiones, los tabasqueños se dieron a la tarea de reconstruir la capital de su estado. Gran número de edificios maltrechos por las constantes luchas de años anteriores fueron demolidos para construir otros, de tal suerte que la ciudad fue adquiriendo una fisonomía nueva. La entidad empezó a caminar por la senda del progreso: En 1879 se inauguró el Instituto Juárez; en 1881, el servicio telegráfico que conectaba la ciudad de México con San Juan Bautista; en 1890 se instaló el alumbrado eléctrico público en la ciudad capital; en diciembre de 1894 se abrieron las puertas del nuevo palacio de gobierno; en 1901 se inauguró el primer banco.



Tabasco prosperó durante ese lapso de más de tres décadas; pero hay que aceptar, igualmente, que la inmadurez política de la nación se reflejaba aquí también. Díaz se había perpetuado en el poder. En Tabasco, Abraham Bandala había hecho lo mismo, el general fue gobernador con interrupciones en su mandato desde 1894 hasta diciembre de 1910: aproximadamente 16 años.



Los años del porfiriato fueron para Tabasco, años de progreso y de paz. Pero se trataba de una paz basada en la explotación inhumana de los humildes; la miseria y la marginación empezaron a adquirir caracteres explosivos de tal suerte que al acercarse el siglo XX, la gran mayoría de la población mexicana se encontraba ya en vísperas de una revolución violenta. Fue así como los tabasqueños vieron concluir el siglo XIX. Terminaban los primeros cien años de historia independiente. Fatigados de tanta inestabilidad, hubo que emprender todavía otra lucha sangrienta: la Revolución de 1910, el movimiento social más importante de nuestra historia.





Tabasco Revolucionario [editar]Porfirio Díaz, aspiraba a fortalecer el «Progreso» dentro de un «Orden» que incluía ferrocarriles, puertos, telégrafos y una hacienda equilibrada, pero excluía la democracia política y la participación de la mayoría de la población en los beneficios sociales. Los levantamientos contra el gobierno de Díaz se volvieron cada vez más frecuentes hasta que, en 1906, se produjeron los trágicos acontecimientos de Río Blanco en Veracruz, y de Cananea en Sonora, en los que murieron un gran número de obreros.



El descontento comenzó a adquirir caracteres cada vez más peligrosos para la dictadura. Cuando don Francisco I. Madero, decidió alzarse contra Díaz, abanderado con su lema Sufragio efectivo, No reelección, encontró en un gran número de compatriotas apoyo valiente y firme para su lucha.



La Revolución Mexicana, fue en el mundo, la última lucha con ideas del siglo XIX la primera revolución que postuló demandas propias en el siglo XX.: Democrácia y Libertad; fue el primer gran movimiento popular contemporáneo de contenido social. Mientras en la capital de la República, las condiciones para que estallara aquella gran revolución estaban madurando poco a poco, en Tabasco la situación iba adquiriendo matices cada vez más alarmantes. El pueblo, fatigado de la administración del General Bandala, deseaba evitar su reelección. Fueron surgiendo así los caudillos que tomarían las riendas de la revolución en nuestro estado.



Ya desde las postrimerías del siglo XIX, había empezado a sonar en Tabasco el nombre de Domingo Borrego, que pasaría a la historia como uno de los primeros tabasqueños capaces de manifestar abiertamente el descontento contra el gobierno porfirista, a través del periodismo.



En 1902 se fundó en la Villa de Huimanguillo, en la Chontalpa, el Club antirreeleccionista «Melchor Ocampo», para sostener los principios liberales postulados por los hermanos Flores Magón: fue el primer grupo tabasqueño organizado contra la dictadura porfirista; el Club, como era de esperar, fue disuelto con prontitud por el jefe político. Sin embargo, el descontento había empezado a manifestarse y la actividad revolucionaria iría creciendo.



Tres años más tarde, en 1905, el Dr. Manuel Mestre Ghigliazza tuvo la osadía de publicar en la Revista de Tabasco los planes de la Noria y Tuxtepec. Porfirio Díaz había esgrimido en aquellos planes los argumentos de la «no reelección» para justificar su rebelión contra los presidentes Juárez y Lerdo de Tejada. Puesto que luego él mismo se había perpetuado en el poder, reeligiéndose varias veces, la publicación de esos planes estaba prohibida.



La opinión pública de Tabasco había empezado a tomar conciencia de la imposibilidad del régimen para sostenerse y el número de manifestaciones oposicionistas iba en aumento. Hacia mediados de 1909, se había logrado consolidar el «partido Gutierrista», encabezado por don Ignacio Gutiérrez Gómez y con sus hermanos Pedro y Policarpo, habría de constituirse en una de las principales fuerzas revolucionarias del estado.



Los nombres de muchos tabasqueños oposicionistas empezaron a sonar. El Dr. Mestre Ghigliazza incrementó su actividad; el Lic. José María Pino Suárez se unía, desde Yucatán, a las filas maderistas y Félix Fulgencio Palavicini había sustituido a José Vasconcelos en la dirección del Antirreeleccionista, periódico fundado por Francisco I. Madero. Corría el año de 1909, cuando se fundó en la región de la Chontalpa en Huimanguillo, un nuevo club antirreeleccionista llamado como aquel fundado en 1902 «Melchor Ocampo». El nuevo club postulaba los principios maderistas.



Mientras tanto, a iniciativa de don Francisco I. Madero, se había entablado entre él y el Dr. Mestre una comunicación por cartas. Madero instaba al Dr. Mestre a lanzar su candidatura para el gobierno del estado, pues la fecha de elecciones estaba ya próxima. Sin embargo, Mestre no se decidió y en las elecciones de finales de 1910, resultó vencedor don Policarpo Valenzuela.



Valenzuela tomó posesión de la gubernatura el 18 de enero de 1911, después de los constantes y largos períodos gubernativos del General Abraham Bandala. Con el nuevo gobernador la situación de Tabasco se tranquilizó bastante. Sin embargo, los revolucionarios de la Chontalpa no estaban dispuestos a abandonar la lucha hasta no ver derrocado al antiguo régimen.Tal era la situación en Tabasco, cuando el 20 de noviembre de 1910, Aquiles Serdán fue asesinado en Puebla y con su muerte, el pueblo entero se sintió agredido y estalló finalmente la lucha armada.





La Revolución Mexicana en Tabasco [editar]Una vez firmado el Tratado de Ciudad Juárez, el gobernador Policarpo Valenzuela, que había tomado el cargo al comenzar el año, presentó su renuncia y el poder pasó a manos de Mestre Ghigliazza, quien luego fue electo para el período que comenzaba el 1° de septiembre de 1911. Su gobierno no fue muy afortunado, pues hubo de padecer varios conflictos, entre ellos la insurrección del excura español Manuel Gurdiel Fernández, a quien por fin mató la policía de Balancán el 12 de septiembre de 1912. Al ocurrir el asesinato del presidente Madero, Mestre reconoció al usurpador, pero aun así fue retirado del mando y sustituido por el general Agustín Valdés, sucedido a poco por el general Alberto Yarza. En la Chontalpa se sublevaron Pedro C. Colorado, los hermanos Fernando y Ernesto Aguirre Colorado, Aurelio y Ramón Sosa Torres, Aureo L. Calles, Aquileo Juárez, Epitanio Bravata, Isidro Cortés, Candelario Priego Sánchez, Carlos y Alejandro Greene y muchos otros, secundados después, en la zona del río Usumacinta, por el hacendado Luis Felipe Domínguez, quien primero recibó la noticia del triunfo ratificado en Teoloyucan y el aviso de que se trasladara a San Juan Bautista para asumir el Gobierno.



El 28 de agosto llegó a Villahermosa y Yarza le dijo que el 31 le entregaría el poder; el día 30 se sublevaron los oficiales Jesús de la Guardia y Vázquez Reyes, pronto sometidos con el auxilio de los federales que no participaron en la insubordinación; y al día siguiente se efectuó la transmisión del mando. Domínguez expidió un decreto liberando a los peones acasillados y cancelando sus deudas, al parecer inspirado por el coronel José Domingo Ramírez Garrido. La jefatura de las tropas quedó en manos de los revolucionarios de la Chontalpa, quienes al fin consiguieron el apoyo del primer jefe Venustiano Carranza y el gobierno de Tabasco para Carlos Greene. Para evitar la división entre las facciones revolucionarias, Domínguez fue enviado al Istmo de Tehuantepec, Pedro C. Colorado a auxiliar a Jacinto B. Treviño en Tamaulipas, y Ramón Sosa Torres a Yucatán.



Más tarde Greene fue llamado a México y quedó en su lugar el coronel Aquileo Juárez; éste, a su vez, el 25 de agosto de 1915 entregó el poder al general Pedro C. Colorado, quien al siguiente día fue asesinado por un capitán de las tropas del coronel Gil Morales, sublevado a favor de Francisco Villa. Esto originó que el gobierno federal enviase a Tabasco al general Francisco J. Mújica, con la misión, de volver al Estado a la normalidad, previo el castigo de los rebeldes. Durante su gobierno, la capital (San Juan Bautista) recuperó su antiguo nombre de Villahermosa, se suprimieron las jefaturas políticas y se celebraron los primeros congresos pedagógicos y feministas.



En octubre, de 1916, Mújica se separó del gobierno y lo entregó al general Luis Felipe Domínguez, quien convocó a elecciones de diputados al Congreso Constituyente.



Fueron éstos Rafael Martínez de Escobar, Antenor Sala y Carmen Sánchez Magallanes; y sus suplentes, Fulgencio Casanova, Santiago Ocampo y Luis Gonzalí. Promulgada la Constitución de Querétaro, sucedió a Domínguez; el 9 de mayo, el licenciado Joaquín Ruiz; y a éste le siguieron Luis M. Hernández, Heriberto Jara y Carlos A. Vidal, todos generales. En las primeras elecciones constitucionales contendieron Carlos Greene y Luis Felipe Domínguez; ganó éste apoyado por los reaccionarios, pero el gobierno federal reconoció a Greene. Uno de sus primeros actos fue expedir la nueva Constitución Política del Estado, a tono con la General de la República. Los dominguistas, inconformes, reunieron su Congreso en Boca de Amatitán, cerca de Campeche; promovieron el desconocimiento de Greene y éste pidió licencia y pasó a México para defenderse. El gobierno quedó a cargo de Tomás Garrido Canabal, quien a causa de la intervención de la autoridad militar en los asuntos políticos, trasladó la administración a Santa Anna; se defendió y ganó a la postre, volviendo a Villahermosa el 31 de diciembre de 1919. La mañana del 25 de octubre de 1920, en el vestíbulo del Palacio de Gobierno, se enfrentaron a balazos dos diputados. Una escolta de la policía azuzada por el coronel Alejandro Greene, hermano del gobernador Irrumpió en la sede de la Legislatura y asesinó a dos de sus miembros. A causa de estos hechos, el mandatario se retiró del gobierno: fue encarcelado en México y más tarde condenado por el Congreso del Estado. Gobernaron la entidad, hasta que hubo una nueva elección directa, Primitivo Aguilar, Tomas Garrido Canabal, Pedro Casanova Casao, Manuel Garrido Lacroix, Leonel Magaña y Alejandro Lastra.



Tomás Garrido Canabal, fue electo gobernador en 1922 y tomó posesión el 1° de enero de 1923, desde un principio se distinguió por su lealtad irrestricta al «grupo de Sonora», encabezado por Obregón y Calles. Por esta razón, al ocurrir en diciembre de 1923 el pronunciamiento de gran parte del ejército y de la marina en favor de Adolfo de la Huerta, los efectivos concentrados en Veracruz emprendieron el ataque contra Tabasco, dominado en los primeros días de enero de 1924 con la ayuda de tropas procedentes de Chiapas al mando del general Alberto Pineda. El Estado permaneció bajo el gobierno huertista de Manuel Antonio Romero hasta mayo siguiente. Reinstalado, Garrido Canabal implantó una especie de socialismo ideado por él; organizó ligas obreras de resistencia y consolidó un monopolio político por medio del Partido Socialista Radical.



Aunque de 1927 a 1930, gobernó Ausencio C. Cruz, la dirección estuvo siempre a cargo de Garrido. Tuvo que ausentarse en agosto de 1926, después del atentado en el que resultó herido y muertos tres de sus acompañantes (Santiago Caparroso, Marcos Díaz y Andrés García), pero no disminuyó su autoridad de líder, ni se interrumpió el proceso de cambio revolucionario. De 1924 a 1935 se agruparon los obreros y los campesinos: se restableció la Escuela Normal de Villahermosa: se multiplicaron las escuelas rurales: prosperaron la ganadería y las pequeñas industrias lácteas: se mantuvo en equilibrio la economía estatal; se prohibió la fabricación de bebidas alcohólicas y el comercio de ellas dentro del Estado; y se extremó la persecución religiosa. En diciembre de 1934, cuando le faltaba un mes para terminar su segundo período como gobernador, Garrido Canabal fue llamado por el presidente Cárdenas a la Secretaría de Agricultura. Lo sucedió Manuel Lastra Ortiz, hasta el 23 de julio de 1935, en que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, a solicitud expresa del Poder Ejecutivo Federal, consideró desintegrado el régimen constitucional de Tabasco y nombró a Aureo L. Calles gobernador provisional. Semejante declaratoria se debió a la violación de las garantías durante el proceso electoral y a los hechos sangrientos que se produjeron el día 15 anterior en la calle principal de Villahermosa, cuando un grupo de opositores de Garrido llegó a participar en las elecciones para renovar el Congreso y los garridistas se les efrentaron habiendo resultado del tiroteo, un saldo de 12 muertos.





La Lucha Armada [editar]Don Ignacio Gutiérrez, secundó el movimiento revolucionario en el estado y el día 19 de diciembre de 1910 se levantó en armas. «El primer objetivo de la campaña fue la cabecera municipal, Cárdenas., a donde deberían entrar las fuerzas revolucionarias el día 24.



Las avanzadas estuvieron a cargo del capitán Daniel Gavilla, que con 50 hombres emprendió camino hacia aquella plaza para cumplir las siguientes instrucciones: recoger armas y levantar más hombres por el camino esperar a Gutiérrez a tres kilómetros de la entrada, sitio donde éste los alcanzaría en la tarde del día señalado para el ataque».



Por una desobediencia del capitán Gavilla, los maderistas comenzaron el ataque antes de que Gutiérrez llegara y este hecho les costó su primer gran derrota. No obstante, Gutiérrez no se amedrentó y reorganizando sus fuerzas decidió volver a emprender la lucha en abril de 1911. «Los objetivos inmediatos eran Huimanguillo y Cárdenas; en el camino ya con un contingente de 157 hombres, Gutiérrez llegó a Huimanguillo, donde el jefe político presentó una oposición débil con 15 hombres que pudo reunir. La escaramuza duró menos de dos horas, la revolución había comenzado a triunfar en Tabasco».



Posteriormente, cuando la revolución armada había concluido, los revolucionarios de la Chontalpa no aceptaron que la gubernatura estuviera ocupada por un revolucionario de los Ríos y comenzaron a suscitarse serias fricciones.



El gobernador Domínguez tuvo que renunciar a su cargo para ser sustituido por don Carlos Greene, uno de los jefes más renombrados de la Chontalpa. Esto sucedía el día 10 de octubre de 1914. Pocos días después se inauguraría la Convención de Aguascalientes: que a partir del día 10 del mes de octubre tuvo por escenario la ciudad de Aguascalientes, estuvieron como delegados tabasqueños los generales Ernesto Aguirre Colorado, que acudió personalmente; Don Adolfo de la Huerta en representación de Pedro C. Colorado y más tarde por el mayor José T. Cantú; Coronel Enrique F. Estrada en representación de Ramón Sosa Torres; el Coronel Valentín R. Flores Garza en representación de Isidro Cortés y Luis Felipe Domínguez, por el capitán Francisco Vela.



Con la Convención de Aguascalientes se esperaba solucionar los conflictos que aún subsistían entre las diversas facciones carrancistas, villistas y zapatistas que habían participado en la Revolución. Sin embargo, la Convención fracasó rotundamente ya que lejos de lograr unificar criterios hizo más severa aún la escisión entre: carrancistas por un lado, villistas y zapatistas unidos por el otro.



Los revolucionarios tabasqueños, como buena parte del país, se unieron a los carrancistas y se organizaron columnas para combatir a los villistas. Los combates continuaron durante todo el año de 1915 y hacia principios de 1916, el villismo había sido derrotado de manera que el gobierno comenzó finalmente a consolidarse. Hacía falta, sin embargo, establecer las bases constitucionales que habrían de regir el destino del país.



Don Venustiano Carranza publicó, el 21 de septiembre de 1916, la convocatoria para la elección de los diputados, que al formar parte del Congreso Constituyente, habrían de redactar la nueva Constitución. El día 10 de diciembre del mismo año comenzaron los trabajos y finalmente el 5 de febrero de 1917, se promulgó en Querétaro la nueva Constitución que 22 días más tarde fue jurada en nuestro estado.



Ahora bien, los conflictos entre las facciones no habían concluido en Tabasco. Las diferencias entre los revolucionarios de La Chontalpa y los de la región de los Ríos volvieron a manifestarse cuando, en julio de 1918, se convocó a elecciones para gobernador y diputados locales. Surgieron entonces dos partidos: el Liberal Constitucionalista conocido también como partido azul, apoyado por la región de los Ríos; y el Partido Radical o partido rojo apoyado por la Chontalpa.



El azul postulaba a don Luis Felipe Domínguez para la gubernatura y el rojo a don Carlos Greene. «En tales condiciones los dos candidatos y sus planillas de diputados y presidentes municipales iniciaron una lucha que no fue de adversarios políticos sino de enemigos personales, una lucha a muerte. Las reuniones de un partido eran atacadas por el otro a golpes, pedradas, balazos etc.».



Las elecciones se llevaron a cabo y la planilla roja, con don Carlos Greene a la cabeza, resultó vencedora. Pero Domínguez desconociendo el triunfo de Greene se declaró en rebeldía. El 6 de agosto de 1918 Greene dejó temporalmente el gobierno para ir a la ciudad de México a entrevistarse con el presidente y defender la legalidad de su gobierno. En su lugar quedó Tomás Garrido Canabal quien, durante el interinato, tuvo que hacer frente a los ataques dominguistas. Cuando don Carlos Greene logró entrevistarse con Carranza y éste reconoció la legalidad de su gobierno, Garrido Canabal ya había logrado vencer a los rebeldes. Greene volvió a su puesto el 31 de diciembre de 1919 y con ello quedó concluido en Tabasco el agitado capítulo de la Revolución y comenzó uno nuevo; la época del garridismo.





El Garridismo, Esplendor y Fin [editar]El 20 de septiembre de 1890, nació en el seno de una familia de terratenientes, en la finca «Punta Gorda» Playas de Catazajá en los límites de Tabasco y Chiapas, un niño que habría de convertirse en una de las personalidades más controvertidas de la historia de Tabasco: Tomás Garrido Canabal. Dictador arbitrario para unos, líder indiscutible para otros, Garrido llenó con su vigorosa personalidad más de una década de nuestra vida política. Con la perspectiva que nos da la historia, Garrido aparece como un político hábil, audaz y decidido, con todos los errores que pueden objetársele a un hombre de acción y con tantas virtudes como puede tener un convencido de sus propios ideales. Ni más ni menos.



Decia Manuel Gonzalez Calzada de Garrido.Alto, fuerte, erguido, de pasos firmes, de mirada perspicaz y penetrante, producto de unos ojos verdes de vivacidad reveladora de un grande y recio carácter; inconmovible, por lo general: en sus decisiones, leal en el compromiso, macho en la paz y en la guerra; jugador decidido a la política, independiente en sus dominios, desde donde jamás, reconoció sino a un solo jefe; combatiente tenaz contra la adversidad propia, fiel a la amistad hondamente fincada; así era Tomás Garrido Canabal. ¡Sí tenía cualidades el monstruo! frío en la represión, constante en el rencor y el odio, tozudo en sus decisiones negativas; incrédulo ante la amenaza del desprestigio, violento en el castigo y la venganza, igual que su medio y su época; desconfiado ante la luz ajena, egocentrista, absoluto, desdeñoso de la cultura en su más amplio sentido; escaso en su información sociológica, audaz en sus pretensiones de creador; de ideas explosivas altanero en su papel de jefe; así era Tomás Garrido Canabal. ¡Sí tenía defectos el genio!».



Cuando Tomás cumplía apenas tres meses, la familia se trasladó a la hacienda de Buenavista en territorio tabasqueño, donde transcurrieron los primeros años de su vida. Siendo aún muy joven, en el primer año de secundaria, fue expulsado del estado por participar en una manifestación contra el gobernador porfirista Abraham Bandala. Se trasladó entonces a Veracruz para concluir sus estudios de secundaria y después, a Campeche donde terminó, a los 25 años, los estudios de abogado.



Al terminar la carrera en 1915, regresó a Tabasco donde, recomendado por su primo el Coronel José Domingo Ramírez Garrido, entró a formar parte de la Administración Pública como juez de distrito. Por ese entonces se hallaba al frente del gobierno tabasqueño el general Francisco J. Mújica, destacado militar michoacano enviado por Carranza para controlar la situación política del estado. El general Mújica, imbuido de un jacobinismo propio de la época, se apresuró a cambiar el nombre de la capital San Juan Bautista por el de Villahermosa, que en otra época la había acompañado. Cuando el general Alvaro Obregón levantaba su voz contra el clero en marzo de 1915, en el estado de Tabasco, el gobernador Francisco J. Mújica, incineraba imágenes en el marco de la «campaña desfanatizadora». Ese ambiente encontró Garrido a su regreso a Tabasco: una situación bastante propicia para que germinaran las ideas que había recibido del general Salvador Alvarado y de Felipe Carrillo Puerto.



Cuatro años más tarde, en 1919, después de los acontecimientos que llevaron al gobierno del estado a don Carlos Greene, Garrido tuvo que hacerse cargo del gobierno interino. Cinco meses de interinato de agosto de 1919 a enero de 1920 le bastaron para empezar a poner en práctica algunas de sus ideas: «Inició nuevos procedimientos en materia administrativa, dio los primeros pasos para integrar las Ligas Campesinas y las Agrupaciones Obreras y formó los primeros grupos juveniles identificados con la Revolución».



Entre tanto el país hervía en medio de la agitación revolucionaria. Se acercaban las elecciones para la presidencia de la República y la lucha política entre Carranza y Obregón iba adquiriendo matices cada vez más explosivos. Los obregonistas, encabezados por el entonces gobernador del estado de Sonora Adolfo de la Huerta, se rebelaron contra el gobierno de Carranza y promulgaron el Plan de Agua Prieta. «El Plan llamaba a la rebelión contra el gobierno para que, una vez derrocado éste, pudiera nombrarse un presidente provisional, que convocaría a elecciones de manera inmediata. Las primeras adhesiones al movimiento obregonista surgieron de Yucatán y Tabasco, de donde partió Garrido rumbo a Sonora para ofrecer su apoyo incondicional a don Alvaro Obregón, quien le confirió amplios poderes en toda la región del sureste.



Al triunfo del Plan de Agua Prieta, Garrido quedó a la cabeza del gobierno interino de Yucatán, mientras se convocaba a elecciones constitucionales. Trabajó entonces con empeño en favor de la candidatura del general Obregón para el período presidencial de 1920-1924. Garrido contó, pues, con la simpatía del candidato que, una vez en la presidencia, le ofreció todo su apoyo para convertirse en el hombre fuerte de Tabasco. En 1922 fue electo gobernador para el período 1923-1926. Empezaba la era garridista.



La Campaña Antirreligiosa



En 1928, siendo aún gobernador Ausencia Cruz comenzó, a instancias de Garrido, la campaña antirreligiosa. Se pretendía «desfanatizar» al pueblo. No sólo se combatió al clero como institución, sino que se intentó la erradicación total del dogmatismo religioso, «Garrido estaba empeñado en eliminar la religión. Declaró que .para ser libres, es necesario destruir las raíces del virus religioso. Y razonaba: ¿cómo es posible que una persona en su sano juicio pueda leer la historia sin llegar a la conclusión de que la religión y el alcohol han sido las maldiciones más grandes de la humanidad».



El objetivo, decía Garrido, era buscar la libertad. Sin embargo, se suprimiría injustamente esa libertad. Se inició la campaña: los templos fueron derribados, los sacerdotes expulsados, las imágenes incineradas, los hogares allanados por jóvenes garridistas con órdenes de incautar todos los objetos y símbolos religiosos (libros, imágenes, medallas, etc.).



Pero Garrido no se conformó con la desaparición física de los objetos exteriores de luto: quería erradicar el «fanatismo» y entronizar el «racionalismo» en las mentes de los tabasqueños. Organizó así asambleas «culturales» encaminadas a alejar al pueblo del dogmatismo religioso: se hacían discursos contra la religión, se leían poemas, se oía música o, simplemente se quemaban santos.



Erradicar las creencias religiosas se volvió una verdadera obsesión para Garrido. Se prohibió el uso de cruces sobre las tumbas; las fiestas religiosas fueron sustituidas por ferias regionales; se cambió la designación de todas las rancherías, pueblos, villas y ciudades que llevaran nombres religiosos y se les puso el nombre de héroes, maestros, libertadores regionales, artistas, sabios, etc.; se prohibieron todos los escritos que hicieran alguna referencia a Dios. A tales extremos de intolerancia y fanatismo irracional se llegó, en el intento de desterrar, precisamente, «fanatismo» e «irracionalidad».



En Tabasco, la población no opuso fuerte resistencia y las escasas manifestaciones de rebeldía fueron reprimidas. Puede decirse que el culto religioso desapareció en el estado durante la época garridista. Se creó así un vacío que, paulatinamente y en parte, se ha ido llenando por nuevos movimientos religiosos y diversas sectas derivadas de los evangelistas y protestantes, fundamentalmente de origen norteamericano.



La Campaña Antialcohólica



Otro de los propósitos de Garrido era eliminar todos los vicios, especialmente el alcoholismo. «Abstemio irreductible tanto en su vida pública como en su conducta privada, la embriaguez le inspiraba un recóndito sentimiento de repulsión, no solo por los estragos que causaba, sino porque durante su infancia de ranchero se le creó un complejo de aguda rebeldía, desde que viera, cómo los mayordomos de las fincas agrícolas envilecían a los peones con el tósigo del aguardiente, para prolongar la esclavitud a que los tenía condenados».



Se organizaron ligas antialcohólicas que trabajaban a nivel municipal. Garrido mandó quitar las puertas de las cantinas para avergonzar a los parroquianos, e hizo cambiar el mobiliario para que la estancia allí resultara lo más desagradable posible. Sin embargo, nada de eso dio resultado y recurrió entonces a medidas más severas: al cierre de los establecimientos expendedores, a la cancelación de los permisos de producción y a la sanción penal de los que no acataran la ley.



La reglamentación fue rígida y su ejecución inflexible. «La Ley Seca del 30 de abril de 1931, incluía sanciones para la importación, exportación, compra, venta, abastecimiento y elaboración de bebidas alcohólicas de cualquier forma o cantidad, fuera de la cerveza, que consistían en hasta seis años de prisión y una multa de 500 a 5,000 pesos. Cualquiera que fuera sorprendido bebiendo licor estaba sujeto a las mismas sanciones, cualquiera que se aventurara por las calles en estado de ebriedad, se exponía a pasar varios años en la cárcel o a pagar las elevadas multas decretadas por la ley».



Fin del Garridismo



En 1934, cuando el general Lázaro Cárdenas era presidente de la República, Tomás Garrido salió de Tabasco para hacerse cargo de la Secretaría de Agricultura; en ese momento, la situación política del país era tensa, pero Barrido no llegó solo; un grupo de jóvenes camisas rojas tabasqueños lo acompañaron a la capital de la República, donde se había organizado ya un grupo de antigarridistas, encabezados por Rodolfo Brito Foucher. Entre los dos grupos se desencadenaron violentas pugnas. “Los camisas rojas” tabasqueños organizaron una serie de mítines en la capital de la República.



A causa del rompimiento entre el Presidente Cárdenas y el General Calles, Tomás Garrido se vio obligado a renunciar a la Secretaría el 15 de junio de 1935 y regresó a Tabasco.



Los jóvenes britistas decidieron dirigirse entonces a Tabasco para rescatar el estado del garridismo; como consecuencia de esto, se suscitó un enfrentamiento armado del que resultaron más de 80 heridos, 10 jóvenes muertos, entre ellos Brito Foucher, César Pedrero Gutiérrez, Jovito Pérez, Juárez Merino y Pedro Priego. Al conocerse la noticia, se levantaron protestas en todo el país exigiendo el castigo de Garrido. Por este motivo fue exiliado de México el 11 de agosto de 1935, y se dirigió a Costa Rica, con lo que concluyó el garridismo en Tabasco y su influencia a nivel nacional. Regresó de nuevo en 1941 y murió en Estados Unidos de América el 8 de abril de 1943.





Historia del Palacio de Gobierno [editar]El Palacio de Gobierno fue inaugurado dentro de una serie de hechos políticos, sociales, económicos y costumbristas que establecen una acentuada diferenciación entre aquella época y los tiempos actuales.





En la última década del siglo pasado, se empezó a sentir la necesidad de que el Poder Ejecutivo contara con un edificio propio, una sede oficial pues las oficinas centrales del Estado estaban establecidas en casas particulares, por cuyo alquiler se pagaban rentas modestas. El Gobierno del Estado, despachaba en el edificio que fue del antiguo Instituto Juárez y que se presume donó a esta institución el Doctor Simón Sarlat Nova. Esa inquietud motivó el proyecto de construir el Palacio de Gobierno.



La propuesta inicial y más directa fue de Don Francisco de Lanz y Rolderat, que era el Gobernador del Estado, no obstante que su gestión fue muy breve. Su primer período de carácter interino, duró apenas dos meses, del 30 de septiembre al 30 de noviembre de 1879, en tanto que su segundo periodo ya constitucional, durante el cual insistió en su proyecto, transcurrió del primero de enero al 19 de marzo de 1880, día en que falleció.



Siendo Vice-Gobernador del Estado Don Manuel Foucher como encargado del Poder Ejecutivo retornó la idea de construir el Palacio e hizo tanteos para comprar la casa que era propiedad de Don Pablo Sastré. Este señor Sastré, que era ciudadano español, Vice-Cónsul de su país en Tabasco, mandó a construir con el cubano Don Francisco E. Casasús el edificio que se conoció popularmente como "La Casa de Piedra", en un terreno donde hoy se levanta el Palacio Legislativo y que antes fue la Iglesia Católica del Señor de Esquipulas, mandada a demoler por el Lic. Tomás Garrido Canabal, en el mes de julio de 1928.



Don Manuel Foucher, implicado en los nada gratos devaneos políticos de la época, ejerció su mandato desde el 18 de marzo de 1881 hasta el día dos de noviembre de 1882, día en que fue asesinado. La intención de la construcción del Palacio volvió a estancarse.



Sin embargo, la idea estaba latente y las iniciativas anteriores fueron reasumidas por el Gobernador Constitucional del Estado, Don Manuel Mestre Gorgoll. A dos años del fallecimiento del señor Foucher, el día 15 de mayo de 1883, se decidió la compra de un predio que constaba de 103 metros 07 centímetros cuadrados al patriota tabasqueño Don Lino Merino.



Este predio, que es donde se levanta actualmente el Palacio de Gobierno, fue pactado a pagarse en abonos. La operación no fue saldada casi en definitiva hasta el día 31 de diciembre de 1884, o sea veintidós meses después, bajo la administración de Mestre Gorgoll, cuando se completó la suma de 14 mil 595 pesos y 47 centavos, según datos que dejó en constancias el Gobernador Doctor Simón Sarlat Nova en su conocida "Memoria de la Administración Pública" fechada el ocho de diciembre de 1890, que era una especie de informe de gobierno. Hace entonces la promesa de poner prisa para agilizar la obra.



Un mes antes de este informe de Sarlat Nova se había iniciado la edificación del Palacio, el día 23 de noviembre de 1884, poniendo la primera piedra don Lauro León Vázquez, quien era Gobernador interino, ya que el titular, Simón Sarlat Nova, había solicitado del Congreso una licencia para ausentarse del cargo por dos meses.



La ceremonia fue difundida en los parcos medios de comunicación de la época.



El proyecto original fue encomendado al arquitecto don Carlos Jerez, quien ajustándose a los deseos del Doctor Sarlat, dispuso la construcción del Palacio de Gobierno del Estado, y, anexo a este edificio, el Palacio Municipal de San Juan Bautista.



En tanto Don Manuel Mestre Gorgoll, quien había solicitado licencia de su cargo, retornó al mando el 24 de Julio de 1884, pero decidiósuspender los trabajos ya iniciados en razón de que la situación financiera del Estado no era bonancible; además había falta de materiales de construcción y carencia de obreros y artesanos calificados.



El día primero de enero de 1885, fue designado gobernador del estado el coronel Eusebio Castillo Zamudio, quien con una licencia de dos meses, ejerció el mando tres años; durante el periodo reanudó los trabajos del Palacio de Gobierno, con una inversión de tres mil quinientos pesos con 27 centavos.



Al término del mandato del coronel Castillo Zamudio, hombre muy popular por su valentía, uno de los héroes de la toma de "El Principal", fue relevado en el mando por el general veracruzano don Abraham Bandala Patiño, producto del centralismo, ya que era costumbre de que los comandantes militares asumieran también el cargo de gobernadores de los estados. Bandala, desde el día 27 de marzo al 30 de septiembre de 1887, únicamente autorizó la inversión de 240 pesos que fueron aplicados para el pago de réditos en la deuda que se tenía con don Lino Merino, por plazos vencidos en la compra del predio donde ya se ejecutaba la obra.



Aducía Bandala, la mala situación del erario, para no reanudar la construcción que era muy necesaria.



Al concluir el mandato del señor Bandala, le correspondió la administración del estado nuevamente al doctor Simón Sarlat Nova, quien sin ninguna sombra de dudas, fue el más decidido partidario de la obra, acelerando los trabajos estancados y no sólo eso, sino que, considerando que el solar donde se edificaba el Palacio de Gobierno era muy reducido y que no era prudente anexar a esta construcción el Palacio Municipal, sino establecer ahí el Palacio del Poder Judicial, recomendó modificaciones al proyecto inicial y además, comprarle al Ayuntamiento la parte que en ese sitio le correspondía.



En los inicios del año de 1888, compró a la comuna la propiedad en la cantidad de 4 mil 918 pesos, con tres centavos, con lo que hasta ese momento lo invertido en el intento llegaba a la suma de 55 mil 698 con 11 centavos, según datos que reportaron el Tesorero General del Estado, don José Sastré y el oficial de esa dependencia don Everardo Díaz Ferrer.



Llega el día memorable En el momento que se dispuso la inauguración del Palacio del Poder Ejecutivo del Gobierno de Tabasco, el secretario general de gobierno, profesor don Alberto Correa Zapata, anunció con satisfacción que con todo el esfuerzo tuvo un costo final de 130 mil 335 pesos.



Para constancia y como una fuente de información a la que es necesario recurrir, puntualizando el interés con el que adelantó y culminó la obra, insertamos la parte en la que el doctor Simón Sarlat Nova, en su "Memoria de la Administración Pública", hace alusión al tema:



"Los buenos hijos de Tabasco no pueden menos de lamentar constantemente que las Oficinas del Gobierno se hallan establecidas en edificios de propiedad particular, sin las comodidades necesarias y sin el aspecto de decencia requerida para la mayor dignidad de los poderes. Deseando ardientemente que el Gobierno deje de ser inquilino, procuré desde el principio de mi administración atender de preferencia a la construcción del Palacio de Poder Ejecutivo, continuando los trabajos de esa obra apenas principiada por las administraciones anteriores".



"Queriendo establecer de una vez en un edificio propio del Gobierno, no sólo las oficinas dependientes del Poder Ejecutivo sino las del Poder Judicial, decidí adquirir, para darle mayor amplitud, el contiguo Palacio Municipal en construcción, anexada a esta parte; formé el plano de acuerdo con las exigencias que para sus oficinas tienen los mencionados poderes y desde entonces con verdadero empeño, mediante la autorización respectiva, he trabajado por llevar a cima esta obra, que será de honra para el estado y traerá grandes economías al tesoro público..."



"... Venciendo todas las dificultades, pulsadas principalmente por la falta de materiales de construcción, hoy esta casi al terminarse el edificio. Con un pequeño esfuerzo más quedará concluido dentro de breve tiempo..."



"...Debo hacer constar aquí que el Congreso de la Unión correspondiendo a la solicitud presentada por el Ejecutivo del Estado, se sirvió por medio del decreto correspondiente, dispensar de los derechos de importación todos los materiales que para la fabricación del Palacio se han pedido al extranjero..."



La mención que hace en el párrafo inserto de su memoria el Doctor Simón Sarlat, sobre la dispensa que le hizo el Gobierno Federal por derechos de importación, alude a algunos muebles, como consolas que tenían superficies de mármol de Carrara, Italia, además de elegantes candelabros, cristales, espejos, y azulejos, así como la herrería que eran de fabricación francesa.



Todavía a cien años del acontecimiento, pueden observarse en los ventanales algunos cristales franceses originales, que bajo el sistema de esmerilado ostenta entrelazadas las letras "GT", iniciales del Gobierno de Tabasco.



Los festejos La inauguración del Palacio del Poder Ejecutivo de Tabasco seguramente se anticipó para el13 de diciembre de 1884, en virtud de que en ese día, no obstante que el santoral de la Iglesia Católica celebra oficialmente a Santa Lucía, era el aniversario del nacimiento del Doctor Simón Sarlat Nova, y además en ese año se concluía su periodo constitucional.



En consecuencia un Comité Ciudadano, decidió la inauguración del edificio con una serie de celebraciones que cubrieron tres días; o sea desde la víspera, 12 de diciembre, hasta el día 14.



El Comité Ciudadano que asumió la ejecución de los programas de la inauguración del Palacio se hizo llamar "Amigos de Don Simón Sarlat Nova", pero esta nómina estaba formada por aspirantes al Gobierno del Estado, a pesar de que ya estaba designado como Gobernador Constitucional el General don Abraham Bandala Patiño.



Uno de los actos principales que consideró tomar en cuenta la señalada junta de amigos fue la de designar al doctor Sarlat, como "Benemérito de Tabasco", según consta en el periódico oficial del estado de fecha 11 de diciembre de 1881. En la misma edición de esa Gaceta se incluye en forma oficial el programa de los festejos. En el transcurso del 12; de diciembre se programó con la Banda de Música del gobierno del Estado, bajo la dirección del ameritado profesor don Guillermo Eskildsen, una retreta en la Plaza Pública conocida como



"Plazuela del Aguila", a la que mucho después se le puso el nombre de "Plaza de los Trovadores". Este lugar queda en la confluencia de las calles de Hidalgo, 27 de Febrero y Rovirosa, según la nomenclatura actual. Frente a la plaza estaba el domicilio particular del gobernador Sarlat.



Al día siguiente, día de la inauguración, el programa señala textualmente que ':4l rayar en este día en el que se conmemora el natalicio del Benemérito de Tabasco, Simón Sarlat, se disparará una salva de 21 cañonazos..."



Esta misma salva, como muestra de una excesiva adulación, aunque es justo reconocer que Sarlat fue el decisivo impulsor de la obra del Palacio, se repitió a las 12 del día y a las 6 de la tarde, siendo después agasajado el gobernador con la entrega de un cuadro artístico, de cuyo tema no dan indicios las crónicas, pero que se supone fue un retrato del propio gobernador, a punto de cumplir su mandato.



El acto principal de la inauguración giraba en torno a un banquete y baile de gran gala en el interior del palacio, pero este festejo estaba dirigido a la aristocracia.



Dentro de una marcada división, cuando menos de dos esferas sociales, la aristócrata ya señalada y de los artesanos, se dispuso que en las afueras del Palacio, en la Plaza de Armas, se celebrara una feria popular que consistía en quema de juegos pirotécnicos y una verbena, indiscutible ejemplo de las celebraciones populares españolas.



Este festejo, frente al palacio se prolongó hasta el día siguiente, día 14 de diciembre y concluyó con el reparto de dulces y refrescos caseros a los niños pobres.



La información periodística de estos acontecimientos, fue publicada hasta tres días después en el periódico oficial del Estado, órgano que recogía las publicaciones de gobierno pero para complementar sus espacios libres, publicaba otro tipo de informaciones dando preferencia a la nota social.



De acuerdo con el romanticismo y cursilería de la época, el redactor de la información con el pseudónimo de "Aramís", refiere un ambiente marcadamente cortesano: ((Se advierte que en la inauguración de nuestro palacio, fueron prolijos los discursos y los brindis con borgoña y champaña, escanciadas en estilizadas copas de Baccará, destacándose la coquetería de las damas, la caballaresca pero superficial acometida de tenorio de los señores y, por encima de todo, una desmedida adulación al gobernador Sarlat".



Se describe al edificio del Palacio y su mobiliario, como muy elegante pero sobrio. En la parte principal de acceso una escalinata de mármol resguardada con pasamanos de caoba, puertas del mismo material labradas por inspirados ebanistas, los más famosos de la época, con motivos nacionales. El tipo de construcción podría definirse, como de moderado estilo colonial.



Ahora bien, es de destacarse, que el nuevo edificio a pesar de haber sido llamado oficialmente el Palacio del Poder Ejecutivo del Estado, realmente albergaba a la Cámara de Diputados en la parte norte, en tanto que en el ala izquierda, sobre las calles de Independencia, estaba el edificio que correspondía al Tribunal Superior de Justicia del Estado, sin que se les aludiera directamente y menos como palacios.



Por lo que corresponde a la disposición de oficinas del Ejecutivo del Estado, en la parte superior derecha o sea lo que corresponde a las calles de Vicente Guerrero, se ubicaba el despacho del Gobernador y su Secretaría Particular, en el recinto contiguo venía a quedar la Secretaría General de Gobierno, en tanto que en la parte frontal, mediando con la Plaza de Armas, quedaba la prolongación de la calle de Vázquez Norte. Más tarde cuando fue creada la Subsecretaría de Gobierno, fue ubicada en la ala izquierda junto con otras oficinas menores.



En la parte baja, justamente al Iado izquierdo de la entrada principal, se instaló la Tesorería General del Estado y precisamente del lado opuesto se encontraba situada la Procuraduría de Justicia y la Dirección General del Registro Público de la Propiedad y del Comercio.



El Salón de Recepciones estaba revestido de loseta de mosaico francés, común en el medio, pues tanto estos materiales como la teja francesa eran embarcados en el puerto de Marsella, Francia, como lastre de las embarcaciones. El salón se abría cada año para ceremonias públicas, como era la recepción del Grito de Independencia.



Estaba este recinto adornado con candiles, vitrales, cortinajes de terciopelo, columnas coronadas de capiteles dorados y consolas de mármol, lo que era sin duda alguna la imitación de lujo palaciego europeo, pero que al fin de cuentas daban ya al pueblo tabasqueño una casa para la sede de sus autoridades principales.



Importante ampliación E l día primero de enero de 1953, asumió el gobierno del estado, el jurista Tenosiquense don Manuel Bartlett Bautista, quien por razones políticas dimitió el 22 de marzo de 1955. Al día siguiente fue nombrado gobernador interino del Estado, por la Cámara de Diputados, el general Miguel Orrico de los Llanos, nativo de Macuspana, quien inmediatamente, entre otros asuntos correspondientes a su cargo decidió una ampliación del Palacio de Gobierno.



Antes de tomar esta determinación, Orrico de los Llanos, había ordenado reparaciones urgentes al casco del antiguo palacio donde en el ala oeste se notaban peligrosas cuarteaduras. Fue necesario reforzar el edificio con vigas de concreto para evitar una catástrofe.



Inicialmente el gobernador Orrico ordenó la demolición del edificio, donde venía funcionando en la planta alta el Tribunal Superior de Justicia del Estado y en la planta baja la Comandancia de Policía dependiente de la Dirección General de 'Seguridad Pública, que había sido organizada en el Gobierno del licenciado Bartlett; sin embargo, dispuso el diseño del proyecto de un edificio que se llamó "El Anexo al Palacio de Gobierno", o simplemente el anexo, que constaba de cinco niveles.



La idea del Gobernador Orrico de los Llanos, era la de dar satisfacción a la demanda de locales para las nuevas oficinas de su gobierno ya en expansión, pero al mismo tiempo deseaba, por el lugar céntrico de la construcción, dejar testimonio ante la gente de nuestro pueblo de que estaba trabajando en el renglón de Obras Públicas, para así captar más las simpatías y borrar el rencor popular contra la administración anterior. Luego de una rápida demolición del antiguo y vetusto edificio, se comenzó la excavación para construir un edificio de cinco niveles, para lo que acordó una inversión de un millón, 417 pesos con 54 centavos.



La oferta pública que hizo el General se cumplió cabalmente ya que. la obra se inició el 20 de noviembre de 1956 y fue inaugurada el 20 de noviembre de 1957, día en que rindió su primer informe de Gobierno.



En el sótano de la construcción estaban y está ubicado el estacionamiento de vehículos del gobernador y de los principales funcionarios de la administración, en el primer nivel se instalaron las oficinas de la Agencia del Ministerio Público investigador, la Comandancia de la Policía Preventiva, los juzgados calificadores y la cárcel para la detención de correccionales y personas sujetas a investigación con una división para mujeres.



En el segundo nivel estaban alojadas la Dirección General de Tránsito del Estado, la Procuraduría General de Justicia del estado, la Subprocuraduría y las Oficinas de la Policía Judicial en tanto que en el tercer nivel estaban las Oficinas de la Dirección General del Catastro y las Oficinas de la Defensoría de Oficios.



En el piso siguiente se establecieron las instalaciones de la Dirección de Obras Pública, el Congreso del Estado y el Tribunal Superior de Justicia. En el último nivel aprovechable estaban instaladas las Oficinas de la Policía Fiscal, la intendencia y el archivo general, mientras que en el ático estaba y está un hermoso mirador donde se contempla una vista panorámica y de la ciudad.



La obra de Orrico, fue muy significativa en virtud de que en un sólo año, superó todo lo que hasta ese momento se había realizado en la historia del palacio original. El anexo era hasta entonces la construcción que más altura física tenía, además de la reciedumbre subjetiva. Sin embargo, más tarde, fue superada su acción, dándose al palacio señorío aunque restándole su originalidad.



En el régimen del Lic. Carlos A. Madrazo Becerra, la fisonomía de la ciudad empezó a tener drásticos y profundos cambios, una primera fase de modernidad hizo su aparición, y la urbe trascendió por sus fuentes y parques, y uno de los paseos predilectos seguía siendo acudir a Plaza de Armas, a un costado del Palacio de Gobierno.



En el mandato posterior a cargo de don Mario Trujillo García, Villahermosa vivió momentos de calma y tranquilidad, donde el esparcimiento sano y el trabajo fecundo iban a la par. Los residentes de la ciudad ~rutaban la cercanía del río Grijalva para dar paseos vespertinos y nocturnos en las inmediaciones del recinto del Poder Ejecutivo del Estado.



Los tabasqueños se dedican principalmente a la agricultura y a la ganadería. Una actividad muy importante para el estado es la agricultura de consumo, en la cual los campesinos producen para satisfacer las necesidades de sus familias y de los mercados de Tabasco.



Sus cultivos más importantes son el maíz, el frijol, el camote, la yuca, la calabaza y el arroz. Le sigue en importancia la agricultura, destinada al comercio exterior, es decir, para vender los productos fuera del país. Los productos que se exportan son: el cacao, la caña de azúcar, el plátano y el coco.



Después de la agricultura sigue la ganadería. El ganado vacuno es el más explotado ya que su carne se consume tanto en el interior de Tabasco como en la ciudad de México y otros estados del país. El ganado porcino (cerdos), ovino (borregos) y caprino (cabras) se utiliza principalmente para el consumo de la población tabasqueña.



Tabasco es considerado como una de las principales zonas petroleras del país. El petróleo tabasqueño comenzó a explotarse en grandes cantidades después de 1950.



Actividad agrícola, corte de cacao.











Entre sus artesanías, Tabasco produce jícaras y güiros de fuaje, y zapatos y bolsas de lagarto. A pesar de no ser considerado un estado industrial, cuenta con plantas petroquímicas, fábricas de azúcar, chocolate, cemento y otras más.



Tabasco es el principal productor de cacao, semilla con la cual se hace el buen chocolate.



Otros aspectos económicos son algunos indicadores como la población económicamente activa, en el estado de Tabasco esta formada aproximadamente por 499,722 hombres, 189,069 mujeres que sumados dan como total 688,791.



En el estado de Tabasco operaron 56,720 unidades económicas en 1998 y sobresalen por su mayor número los establecimientos comerciales con más 24,464, de ellos la mayoría realiza sus actividades en el comercio al por menor. Los dedicados a prestar servicios privados son 16,028 (28.2%) y de éstos destacan los despachos de ingenieros y arquitectos, restaurantes, fondas y mantenimiento de otra maquinaria.





La industria manufacturera en esta entidad reporta 6,182 unidades económicas, entre las que se cuentan: plantas petroquímicas y cementeras; también aparecen diseminados en barrios y localidades: tortillerías y las panaderías.



Ubicación Geográfica:

El Centro es una de las cinco subregiones (La Chontalpa, el Centro, la Sierra, los Ríos y los Pantanos) productivas en las que se divide el estado mexicano de Tabasco, su nombre hace alusión tanto a su ubicación geográfica, en el centro del estado, como a su estatus político, pues es en esta subregión donde se encuentra la capital del estado y la sede de los poderes estatales, la ciudad de Villahermosa.



Esta subregión se encuentra dentro de la región hidrográfica del río Grijalva; a la que también pertenecen la Chontalpa y la Sierra. Su superficie es de 2 572.84km², lo que representa el 10.51% del total del estado; y su población, según cifras del INEGI era de 668 502 habitantes en el año 2000, es decir, el 35.39% de la población total de la entidad.



Está formada por tres municipios, los cuales presentan un alto porcentaje de población indígena: el Centro, Nacajuca y Jalpa de Méndez; aunque en algunos textos, en los que se sigue considerando la anterior división del estado en cuatro subregiones (no existía la subregión de los Pantanos), los municipios de Nacajuca y Jalpa de Méndez se incluyen en la subregión de la Chontalpa y la subregión está constituida únicamente por el municipio del Centro.



Clima

Tabasco se localiza en la zona del trópico, lo que significa que los rayos del sol caen con muy poca inclinación y las estaciones del año sean poco diferenciadas. La temperatura media anual en el estado es de 26.0°C, con una máxima media de 42°C. Y en épocas de abril y mayo llega a los 45°C y 48°C.



Se distinguen tres tipos de clima; el primero es el cálido húmedo con abundantes lluvias en verano (Am), que es el clima dominante en Tabasco. El segundo es el cálido húmedo con lluvias todo el año (Af), que es el clima que presentan las selvas altas de Chiapas, Veracruz y la sierra tabasqueña. El tercer tipo de clima es el cálido subhúmedo con lluvias en verano (Cs), que se concentra en la parte oriente de la entidad, en la zona limítrofe con el estado de Campeche.



En Tabasco llueve durante la mayor parte del año; la estación de lluvias abarca desde el mes de junio al de marzo, extendiéndose la estación seca tan sólo durante abril y mayo. La precipitación media anual alcanza los 2 750.0 mm.Las más grandes inundaciones que se recuerdan fue en 1999 en Diciembre y el 31 de octubre de 2007 con 1.200.000 personas afectadas por las crecidas de el rio Grijalva-Usumacinta y sus afluentes, el 85% del territorio estaba bajo el agua provocado por el frente frio num.4 y 5 provocaron intensas lluvias y al desfogue del complejo hidroelectrico Grijalva en Chiapas llegaban a Tabasco 10.000 metros cubicos de agua de los cuales 5.000 provienen del rio Grijalva-Usumacinta,3.000 de la sierra de Chiapas y 2.000 del complejo hidroelectrico. .[1]



Los mayores vendavales ocurren en los meses de noviembre y diciembre provenientes del norte y del este, principalmente.





Biodiversidad

Se distinguen cinco ecosistemas principales, estrechamente relacionados con los tipos de clima presentes, así como con factores hidrológicos y el relieve. La selva se halla reducida a unas cuantas hectáreas en los municipios de la Sierra y a pequeñas extensiones en el sur y oriente del estado. La sabana cubre hoy extensas áreas del estado, en los municipios de la Chontalpa y los Ríos. Los pantanos se extienden por casi todo el estado, principalmente en la región homónima. El manglar se halla a lo largo de la costa con el Golfo de México y de los sistemas lagunarios importantes. los ecosistemas acuáticos son abundantes y se encuentran en todo el estado.





Jaguar, especie típica de la selva tabasqueñaLa selva alta perennifolia prevalece en las zonas húmedas y altamente lluviosas, presentando una enorme variedad de árboles maderables y de gran altura, como la ceiba, el cedro, la caoba, la palma real, el palo tinto, el castaño, el ramón (brosimum alicastrum). La fauna de la selva es notable por ser abundante; en Tabasco incluye especies como el jaguar, el ocelote, el mono araña, mono aullador, iguana verde, boa constrictor, tucán, guacamaya, faisán; algunos batracios y gran cantidad de insectos y otros invertebrados.



La sabana tropical se presenta en las zonas de clima semihúmedo, en los llanos orientales y en terrenos dedicados a la ganadería; la mayor parte de estas tierras presenta un relieve muy plano, donde se extienden grandes campos cubiertos por herbáceas y gramíneas, con poca vegetación arbórea dispersa, como el macuilí, el guayacán, la ceiba, varias especies de palmeras, la pimienta tabasqueña o gorda, caña de azúcar, bambú, entre otros. Los animales característicos de la sabana incluyen venados, zarigüeyas y zorros.



Las zonas pantanosas se extienden alrededor de los principales cauces y de otros cuerpos de agua permanentes; prolifera la vegetación hidrófita; hay dos tipos principales de pantanos: la popalería, integrada por hierbas altas, como la hoja de tó, juncales altos, cola de gato, jacintos, lirios acuáticos, sargazos, entre otros. La mucalería incluye arbustos como el pucté, el jahuacte, el anonillo y otras especies variadas. La fauna de los pantanos es también muy abundante; predomina la fauna acuática y anfibia, variedades de peces, tortugas, lagartos y cocodrilos, serpientes, aves, mamíferos como manatíes, nutrias y venados; gran cantidad de moluscos de agua dulce e insectos, que conforman, por mucho, el grupo animal más numeroso de los pantanos.



El manglar localiza en las zonas costeras, alrededor de las lagunas y esteros, y en las orillas de los ríos en los lugares cercanos a su desembocadura. Este ecosistema presenta poca diversidad en cuanto a su vegetación pues se desarrolla en lugares con agua salada y sólo subsisten las especies adaptadas a este medio, como el mangle, algas y algunas hierbas resistentes. En cuanto a la fauna, se hallan garzas, pájaro carpintero, gaviotas, pelícanos y otras aves pescadoras. Los peces utilizan las raíces sumergidas del manglar como refugio de los depredadores; también abundan invertebrados como los cangrejos, camarones y los erizos de mar. Existen además numerosas especies de serpientes, ranas e insectos.



Los cuerpos de agua están diseminados por todo el estado; los ríos atraviesan por todo el territorio, especialmente la parte oriental; hay lagunas de agua dulce en el centro y occidente y albuferas en la parte occidental de la costa tabasqueña con el Golfo de México. La flora y fauna de éstas varían dependiendo del tipo de agua: dulce o salada y corriente o estancada; predominan las plantas acuáticas, lirios y algas. La fauna acuática incluye peces, moluscos y otros invertebrados acuáticos, reptiles (tortugas y lagartos) y algunos mamíferos y aves.



fuente d información:

Breve Historia del Estado de Tabasco

Autor: Carlos Martínez Assad



Juan Pedro Viqueira

La otra bibliografía sobre los indígenas de Chiapas



Enciclopedia de los Municipios de México

ESTADO DE TABASCO


Este contenido se publicó originalmente en Y! Answers, un sitio web de preguntas y respuestas que se cerró en 2021.
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